Impulsada por el Espacio Audiovisual Nacional (EAN) y con la participación de entidades de distintas provincias, se realizó un borrador en el que se incluye el fomento del cine independiente, un gravamen del 10 por ciento para las nuevas plataformas, además de la incorporación del cupo laboral trans, cambios en la conducción y representatividad del futuro Instituto Nacional de Artes Audiovisuales (INAA), entre otras medidas que aún están expuestas a debate.
A partir de un trabajo colectivo que se nutre de todo lo positivo que tiene la Ley de Cine vigente, más lo aprendido durante 27 años en los que se generaron problemas operativos para su aplicación, desde el EAN se está trabajando en la redacción de una nueva ley para el sector, que se adapte a los nuevos paradigmas tecnológicos que plantea la comunicación y la comercialización global.
A través del diálogo, debatiendo y generando distintas ideas, desde ese Espacio se convoca a quienes estén dentro de la actividad, y que aún no participan activamente de esta iniciativa, para aportar su valiosa experiencia y atender las necesidades de todas las entidades y grupos.
Luego de dos encuentros realizados con entidades representativas de las distintas provincias se establecieron puntos en común para avanzar en lo que será la nueva Ley Audiovisual.
Entre los puntos principales se acordó que el área de competencia del Instituto estará en la órbita del Ministerio de Cultura (se lo saca del área de la Jefatura de Gabinete como se planteó en la primera versión que se basó en una visión, fundamentada; pero que no tuvo consenso general).
El estatus jerárquico del INAA fue reconsiderado y se ubicará como un “ente público no estatal”, y no como ente autárquico, también se decidió incorporar al directorio dos nuevos representantes de la especialidad Guión.
Por otra parte se amplían las funciones del directorio, el que tendrá mayor incidencia en el control de las políticas y acciones que emanen del Presidente y del Vicepresidente.
Una propuesta inclusiva, federal y abierta al debate
En cuanto a las políticas de género, en el Espacio se escucharon las voces del sector y se amplió su alcance incorporando al anteproyecto la Ley 27.636 sobre el cupo trans que fuera sancionada recientemente.
Respecto de los gravámenes previstos para las plataformas OTT (siglas en inglés de over-thetop), y plataformas de comercialización de videojuegos se prevé un impuesto equivalente al 10% aplicable sobre el precio básico de toda exhibición, difusión o puesta a disposición de producciones audiovisuales en cualquier tipo de salas, medios, servicios de libre transmisión (OTT), plataformas digitales de cualquier naturaleza y cualquiera sea el ámbito donde se realicen.
Habrá una total articulación de esta Ley con la 25.119 de la Cinemateca y Archivo de la Imagen Nacional (CINAIN), creada en 1999, para la recuperación y restauración del patrimonio audiovisual nacional así como la incorporación al INAA, la función de promover la formación de audiencias.
Quedarán resguardados los derechos de los y las trabajadoras/es del actual INCAA para que su incorporación al nuevo Instituto no vulnere ninguno de sus derechos adquiridos. Se estableció un plazo de 99 años para todos los tributos que genere esta ley, a fin de garantizar que el Fondo de Fomento esté protegido de futuras decisiones políticas arbitrarias.
Aún resta evaluar los cambios sobre los criterios de representatividad para las entidades que llevarán adelante la conducción del futuro Instituto Nacional de Artes Audiovisuales y las nuevas propuestas para la reasignación porcentual de los fondos en función de los distintos formatos y soportes del nuevo paradigma audiovisual, redefiniendo el Costo Medio para cada uno de ellos.
En lo que atañe al cine independiente, se llevarán adelante nuevas propuestas para la promoción, fomento y protección del mismo así como la distribución de estas obras y la protección de las salas de cine hoy existentes, mediante la creación de cuotas de pantallas especiales que logren dar visibilidad y protección en todos los medios de exhibición.
Todas las propuestas de los diferentes sectores fueron incluidas; pero su cantidad y complejidad hace que aún permanezcan pendientes significativos temas para una próxima versión. Entre ellos, lo fundamental, es construir una ley que sea verdaderamente federal y que responda a las demandas de un sector de la industria que fue relegado históricamente por la Ley 17.741. A ese efecto, se está trabajando en un nuevo esquema de coparticipación para la distribución de recursos en todo el ámbito federal.
Para alcanzar esa meta, se está coordinando un tercer encuentro con un gran número de entidades representativas de todo el país.
El anteproyecto redactado hasta la fecha se puede consultar en www.espacioaudiovisualnacional.org