Desde la aparición de la pandemia de coronavirus, empezó a escucharse con más frecuencia la composición “terapia intensiva”, que hasta ese momento muchas personas desconocían qué significaba.
El gobernador Oscar Herrera Ahuad y las autoridades de Salud Pública destacaron desde entonces de la necesidad de contar con “camas UTI (Unidad de Terapia Intensiva) para atender a los enfermos con mayor afectación del COVID-19 y, a la vez, evitar los siniestros viales ya que, los accidentados, son los principales ocupantes de esas “camas críticas” desde hace muchos años.
Entonces, cuidar las UTI se volvió una cuestión de Estado no sólo para Misiones sino para todo el país. Por primera vez aparecieron en todos lados indicadores de camas UTI disponibles, para saber cuántas personas más podrían internarse, en caso de que la pandemia se disparara.
Europa había sido un antecedente monstruoso cuando se viralizaron imágenes de personas siendo atendidas en los pasillos ante la falta de unidades de terapia. Más cuando los médicos debieron elegir a quién darle la chance de ingresar a esas UTI ante el colapso.
El Gobierno misionero se propuso mantener un nivel de alta calidad en la prestación de salud para los ciudadanos y, de manera inmediata, comenzar a sumar camas UTI con equipamiento de oxígeno en todos los hospitales de las ciudades más grandes. Eso permitió que siempre hubiera camas disponibles, incluso en el peor momento de la pandemia.
El Presupuesto provincial 2021 en salud se ubicó en los 28 mil millones de pesos, más precisamente 28.340.333.000 pesos. Ello representa el 20,04% del total de gastos de Misiones para todo el año.
Desde 2003, cuando el Frente Renovador accedió al poder, hasta la actualidad se duplicó el presupuesto en salud, que se fue elevando cada año por encima del 15% del gasto total. Este año, pandemia mediante, se llevó a más de 20%.
Desde la Gobernación sostienen que, gracias a esa decisión, se pudo duplicar el equipamiento, se inauguraron 20 nuevas camas de terapia intensiva en el hospital de Jardín América, otras tantas en Oberá, Apóstoles, Posadas y Eldorado. Y el número de camas UTI que tenía al inicio de la pandemia pasó de 104 a 202.
Herrera Ahuad explicó que “en un tiempo donde las camas críticas son muy necesarias, se las debe tener a disposición de todos los misioneros. Estamos dando un paso más para ello. El hospital de Jardín América tiene operativas la sala de emergencias, el sector de internación y la UTI con un total de 45 camas críticas. El cuidado de los misioneros está sobre todo en tomar las decisiones en tiempo oportuno”. Fue el último día de mayo.
El valor de la salud
Lo que no se sabe y tampoco se ha publicado por parte del Gobierno provincial es el costo económico que significa para el Estado tener un paciente internado en UTI por día. Los números no son fijos, se establecen de acuerdo al tipo de patología o tratamiento que requiere el paciente. Pero algunos casos excepcionales pueden llegar a medio millón de pesos al día.
Asimismo, los costos se reducen dependiendo el riesgo o gravedad del paciente. Por ejemplo, un accidentado en un siniestro vial (que son numerosos) cuesta en promedio 50 mil pesos por día al sistema de salud, según su gravedad.
Un enfermo con coronavirus cuesta en promedio 100 mil pesos por día de acuerdo a su situación. Si el paciente está en sala son $16.700 en promedio; mientras que en la Unidad de Terapia Intensiva sin asistencia respiratoria mecánica $40.000; y en UTI con asistencia respiratoria por día al menos $75.500 como costo estimado. Las fuentes consultadas sostienen que puede ser mucho más costoso si se administran otros medicamentos como suero equino.
En la provincia, la tasa de ocupación tuvo “picos” al ritmo de la pandemia, pero siempre hubo disponibilidad de camas UTI gracias a la inversión anticipada y permanente del Estado.
Los costos no son exclusivos de Misiones. Por ejemplo, la Asociación de Clínicas y Hospitales Privados de Córdoba publicó valores respectivos a septiembre de 2020 (hoy serían superiores) donde el costo para una UTI se encuentra en un rango que va de $41.407,83 por día para una tasa de ocupación del 100%, hasta $127.259,79 por día para una tasa de ocupación del 10%. En todos los casos incluyendo un margen del 10% sobre costos para garantizar la sustentabilidad de la entidad.
Sin embargo, como ya es de público conocimiento, los costos en salud para la atención de la pandemia se incrementan a un ritmo muy acelerado. Por lo tanto, esos costos recopilados la semana pasada se puede incrementar en lo inmediato. Muchos de ellos, por depender incluso de la cotización de la moneda norteamericana aún cuando se paguen en pesos.
Previsión
Para el año 2022, Herrera Ahuad solicitó a los legisladores misioneros que le autoricen partidas para salud con un incremento del 56%, a fin de continuar atendiendo las derivaciones de la pandemia en el sistema público.
Recursos
El Presupuesto provincial 2021 en salud se ubicó en los 28 mil millones de pesos, más precisamente 28.340.333.000 pesos. Ello representa el 20,04 % del total de gastos de Misiones para todo el año.
La unidad de cuidados críticos
La terapia intensiva (también llamada atención crítica) es la atención médica para personas que tienen lesiones y enfermedades que pueden ser mortales. Suele proveerse en una unidad de cuidados intensivos (UCI). Un equipo de proveedores de atención médica especialmente capacitados brinda esta atención las 24 horas.
Esto incluye el uso de máquinas para controlar en forma constante sus signos vitales. En general, también implica brindar tratamientos especializados.
Los que llegan ahí tienen una enfermedad o lesión que puede ser mortal, como: quemaduras severas; enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19), ataque cardiaco, insuficiencia cardiaca, insuficiencia renal, personas recuperándose de ciertas cirugías mayores, insuficiencia respiratoria, sepsis, hemorragia severa, infecciones graves, lesiones graves como accidentes automovilísticos, caídas y tiroteos, shock, y accidente cerebrovascular.
En una unidad de cuidados intensivos, profesionales de la salud usan muchos equipos diferentes, incluyendo catéteres, que son tubos flexibles que se usan para introducir líquidos en el cuerpo o para drenarlos del cuerpo; máquinas de diálisis (riñones artificiales) para personas con insuficiencia renal; sondas de alimentación; sondas intravenosas (IV) para administrarle líquidos y medicamentos; máquinas que verifican sus signos vitales y los registran en monitores; terapia de oxígeno para brindarle oxígeno adicional para respirar; cánulas de traqueostomía (son tubos para la respiración); y ventiladores (máquinas de respiración).