Con el avance del año, en un contexto sanitario muy complejo, son cada vez más las obras sociales y prepagas que no logran acordar con las entidades gremiales y profesionales de diferentes especialidades médicas en la Argentina.
Esa falta de acuerdo, ha llevado a algunos sectores a suspender la atención a pacientes o bien que el afiliado deba pagar en efectivo el costo de la cobertura suspendida.
De esa situación no escapan incluso los que pagan prepagas con un alto costo. De hecho, un caso es el de los médicos anestesistas que no acordaron una cápita y los socios de las prepagas debieron tramitar reintegros, previo pago del servicio a los profesionales.
La novedad esta vez pasa por la oftalmología, una especialidad que no es la más requerida en estos tiempos pero que no deja de ser sumamente importante para cualquier persona.
Esta discusión entre obras sociales (provinciales y nacionales) con los especialistas no parece encaminarse por una pronta solución efectiva. Lo cual, sin lugar a dudas, afectará a miles de personas en todo el país, incluida Misiones.
En la cadena, las obras sociales y prepagas reclaman al Gobierno nacional más recursos (las últimas con la habilitación de nuevas cuotas más onerosas que la Casa Rosada se resiste a ceder). Y, a su vez, los médicos exigen actualizaciones de honorarios acordes a la actual situación, en particular cuando tienen costos e insumos en dólares por el trabajo con elementos importados.
El último eslabón, el afiliado al que le descuentan de sus haberes o monotributo un porcentaje o que paga además una mutual, hace el esfuerzo de cumplir mes a mes y se encuentra con problemas para acceder a la atención de un especialista. Por ello, se requiere de una urgente definición para evitar que haya peores consecuencias sanitarias en la Argentina.