Este martes, a 25 años de su desaparición física, recordaron al músico, autor y compositor obereño Teodoro Cuenca, intérprete, reconocido como el “Padre del Chotis”.
En la plazoleta que lleva su nombre, ubicada en Villa Barreyro, Oberá, se llevó a cabo el acto de entronización al busto homenaje al “hombre que murió por sus ideales”, según recordaron alguna vez sus amigos cercanos a PRIMERA EDICIÓN.
El grupo Amigos de lo Nuestro, con Teo Acosta a la cabeza, fue el impulsor del proyecto y la artista Silvana Klem fue la autora del obra presentada este martes donde también estuvo presente la hija del músico, Liliana.
Sentido recuerdo
Luego de agradecer a todos los que intervinieron, Liliana Cuenca, recordó a su padre “en un día de mucha emoción. Como hija para mí era natural verlo a mi papá cantando con la guitarra en casa, y saber que hay mucha gente aparte de mi familia que se acuerdan de una persona que hace 25 años que falleció y es impagable. Es una agradecimiento infinito a todas las personas que hicieron posible este momento”.
“Como papá era lo mejor, muy bueno, muy cariñoso, muy pegado. Siempre estuvo generoso, amoroso y amable, Así como lo conocían, era muy caballeroso, que era muy atento con la gente, así. Era lo más para mi”, recordó.
También, el impulsor del proyecto, Teo Acosta, mencionó que “es un día muy especial y como decía Teodoro: ‘a Oberá yo quisiera volver’ en un tema de él, ‘La Magia de Un Sueño’, justamente es que cristalizamos esta obra del busto de él”.
En esa línea dijo “que los del barrio no se sorprendan que un día de luna llena o tranquila por ahí escuchen un chotis, un gualambao, una galopa, porque Teodoro vino con la guitarra, se va a quedar con la guitarra acá en el barrio”. “Se cumple un anhelo”, añadió.
Seguidamente, la artista Silvana Kelm recordó que “a veces las personas tienen tantas de vivir, de vivir eternamente, y este músico con sus letras, con su música sigue viviendo. Y uno con la escultura deja una imagen. Además de representarlo a él, se buscó representar su amor a la música, su diálogo con la guitarra”.
También tomó la palabra su amigo, el cantautor Claudio Bustos. Dijo que “Teodoro Cuenca era Misiones. Me pone muy feliz este homenaje porque estamos un poco faltos de reconocer a los que verdaderamente trabajan por la cultura de nuestra provincia”, contó
“Teodoro dio casi toda su vida por defender la cultura y la música de Misiones y lo ha demostrado, a través de sus trabajos, sus composiciones y fundamentalmente por su solidaridad con muchos artistas misioneros, a los cuales él llevo al disco por primera vez, principalmente los del interior”, explicó.
El homenaje
En la ceremonia, se rindieron homenajes con interpretaciones de sus canciones a cargo del músico, Víctor Peña, palabras alusivas de Teo Acosta y de Claudio Bustos, cerrando el encuentro con un baile de shotis misionero por los bailarines Priscilla Cubilla (ex Guaina del Chámame 201) y Joaquín Pizzutti. La bendición estuvo a cargo por el Padre Matías Aches, Vicario de la Catedral San Antonio, comunicó la Municipalidad de Oberá.
Un poco de su rica historia
El artista obereño, con una invalorable contribución a la difusión de la “Polquita Rural”, la “Galopa” y el “Gualambo”, realizó su último trabajo en el año 1995 “Misiones, la magia de un sueño”. Además, dirigió el grupo Crisol, integrado por músicos misioneros con quienes recorría Misiones. Editó y produjo los trabajos de varios artistas de la zona con su sello Sonoro. El Senado de la Nación le rindió homenaje “por su contribución a la riqueza y difusión de las expresiones de la música regional”.