“No puedo dejar de caer en la frase común ‘es un sueño’, porque en realidad es así, y no sólo el mío, sino el de miles de inmigrantes ucranianos que llegaron a la Argentina y se radicaron en Misiones. Creo que soy sólo un instrumento para que esos abuelos, hijos o nietos, cuenten a su querida Ucrania lo que pudieron hacer, en su nueva tierra”, señaló un emocionado periodista Jorge Balanda, el jueves 9, al realizar la presentación, vía plataforma Zoom, de la traducción al ucraniano de su libro “Nashi Llude” (nuestra gente).
Estudiantes de la Universidad “Boris Grinchenko”, de Kiev, Ucrania, trabajaron en la traducción bajo la dirección y oficina editorial de profesores del Departamento de Filología Romana y Lingüística Comparativa y Tipológica.
Indicó que, seguramente, quienes tuvieron o tendrán en sus manos una copia del ejemplar -salió a la luz de manos de la Editorial Universitaria de Misiones en 2016, “se deben preguntar por qué, desde tan lejos en Misiones, Argentina, aparecen estos testimonios con nombres y apellidos tan cercanos a Ucrania. Y la verdad es que hay muchas razones: una de ellas es contarles que hubo miles de hombres y mujeres ucranianos que por diferentes motivos decidieron emigrar a la distante Argentina, y a esta provincia, allá cuando terminaba el siglo XVIII y empezaba el XIX. La gran mayoría de ellos provenientes de la zona de Ivano Franquivsk/Ternopyl y Lviv”.
“Pero sus sueños no sólo cruzaban los mares, también sus expectativas estaban en su nueva tierra. Así fueron construyendo su futuro, venciendo un sinnúmero de adversidades, con el trabajo como mejor herramienta para progresar”, añadió. En cada uno de los capítulos de este trabajo, “puse énfasis en un puñado de ejemplos, de los muchos que hay, donde bien se observa el resultado del trabajo constante, de la perseverancia, la creatividad y el compromiso más que con su grupo familiar o étnico, para con la misma comunidad que lo había recibido con amor. Si miramos en los tiempos, salta a la vista que muchos de aquellos que llegaron, apenas pudieron disfrutar de algún que otro objetivo, pero se sabían felices, porque habían sembrado bien y suficiente para las siguientes generaciones”, destacó.
Es por ello que “hablo del fruto de las buenas semillas, de esas primeras generaciones que, formados en hogares de inmigrantes trabajadores, salieron a la comunidad a aportar lo suyo. Y vaya que hicieron su aporte. La Zona Sur de Misiones los tuvo como ‘aportantes genuinos’, en el desarrollo de su economía. Fueron el motor de desarrollo de buena parte de esta provincia”, aseguró.
Según Balanda, este libro, bien denominado “de la memoria” no podía ser exclusivo para la “memoria argentina”, y es por ello que “pude encontrar en la embajadora de la República Argentina en Ucrania, Elena Leticia Mikusinski, la posibilidad de presentarlo en este país y a través de su gestión, llegar a esta traducción”.
Entiende que esta “pintura” de los “Nashi Llude” de Misiones, permitirá a muchos ucranianos “saber de sus hermanos en el mundo, aquellos que debieron irse, pero que jamás se olvidaron su tierra, que la tuvieron presente y se aseguraron de transmitirlo a sus hijos, nietos y bisnietos”.
Algunos detalles
A diferencia de la tapa original, en el libro que lleva el material traducido se aprecia una imagen de la inmigración que se inició en Apóstoles, en blanco y negro, acompañada del escudo de Misiones, y una fotografía moderna de Buenos Aires, en color.
De la traducción, que se extendió por un año, participaron 38 estudiantes de la universidad que aprenden el castellano como primera y segunda lengua, y estudiantes de historia. La mayoría coincidió en calificar a la tarea, a través de Zoom, como una “experiencia valiosa y enriquecedora”.
“Nos dio orgullo leer de nuestros descendientes en Argentina, y nos dimos cuenta que no hay mucha información divulgada”, acotaron, al tiempo que explicaron sobre la difícil tarea de hallar las abreviaturas o palabras relacionadas al léxico yerbatero. La presentación, que se extendió por hora y media, fue amenizada con acordes de Roman Kovarik y un video con la música del Chango Spasiuk.