Como cada día, Silvia Moreno de Beigbeder se convierte en la “doctora de los juguetes”, cuando llega a la sede de Martín Fierro 3825 donde funciona el Hospital de Juguetes.
Con la mano de obra donada por voluntarios, se dedican a devolverle la vida a juguetes que han perdido alguna parte (ruedas de autitos o camiones, cabeza o brazos de muñecas, etc). Esos elementos son envueltos con moño y todo para ser entregados a niños y niñas misioneros que se encuentran internados en hospitales de la provincia, los que fueron alojados en hogares por razones judiciales o sociales, aquellos que viven en barrios humildes, entre otros.
La pandemia no sólo paralizó la actividad económica o muchas sociales. También afectó la donación de juguetes como impidió también que las mujeres que iban a repararlos junto a Silvia, sigan asistiendo.
Sin embargo, como el sistema sanitario, el Hospital de los Juguetes no paró en pandemia porque la demanda tampoco lo hizo.
En diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones, Moreno de Beigbeder reveló que ahora tienen que preparar un pedido de 400 bolsas de juguetes y necesitan todo tipo de elementos para cumplir. “Son para una buena causa y se los vamos a dar si llegamos a repartir en lo que son nuestras prioridades: niños en hospitales, judicializados, los chicos con discapacidad, los hogares convivenciales con niños que de por sí tienen la vida difícil”, anticipó.
Con la positividad y sonrisa contagiosas, Silvia explicó que “pedimos que nos traigan la conciencia de que podemos reciclar, reparar y acondicionar para darle un sonrizón a un chico que no tuvo la suerte de recibir un juguete este año o nunca. Esto se basa en la buena voluntad de los que tienen chicos, nietos, que ya no los usan y los traen”.
“A veces, lo comprendo, no nos gusta desprendernos de los juguetes de toda la vida, de los que no hay que desprenderse nunca porque tienen un símbolo o el valor que tienen para uno y que otros no van a poder alcanzar. Pero hoy en día hay chicos con habitaciones llenas de juguetes y habitualmente eligen jugar con dos o tres y los demás quedan un poco abandonados. Y estaría buenísimo donarlos para ayudar a otros”, pidió.
Silvia Moreno explicó que -cuando había muchas donaciones- llegaron incluso a enviar donaciones a otras provincias. “Pero ahora tenemos pocas donaciones por los tiempos, por el desplazamiento de las personas”, explicó.
Además de juguetes, se requiere cinta scotch, cajas grandes vacías para las entregas de los juguetes, bolsas plásticas, cinta para moños o ya hechos, témperas, acuarelas, cuadernos, carpetas con las que preparamos bolsas escolares “para entregar a las escuelas que no la están pasando bien”, indicó.
“Las voluntarias pasamos por la calle y vemos cajas tiradas, paramos y las traemos, al igual que las cintas”, reveló Silvia sobre los recursos que utilizan para hacerse de los elementos para seguir trabajando.
“Necesitamos que los chicos se instruyan”
La titular del “Hospital de Juguetes”, confirmó que reciben donaciones de libros para ser donados, con la premisa que “todos los argentinos necesitamos que los chicos se instruyan. Lo pueden hacer desde un comic o con libros que donamos a las escuelas. Los libros de cuentos son algo fabuloso con lo que los chicos se enganchan leyendo, mirando sus dibujos, imaginando”, dijo.
Como ayudan a Neonatología en Posadas y también reciben ropas para bebés, cochecitos, andadores, etc. “Nosotros los reacondicionamos y los entregamos a familias como a instituciones que trabajan con bebés y que no la pasan muy bien”, aseguró Moreno.
Con la pandemia se redujeron los voluntarios
Otro efecto de la llegada del COVID-19 a Misiones, fue la reducción de horas de voluntariado que sufrió el Hospital de Juguetes.
“Ahora es poquísima porque tenemos 100% mujeres y jubiladas. Con esto de la pandemia, nos pegó fuerte porque las personas mayores que se cuidan para no contagiarse han dejado de venir. Pero yo sigo, no paré, desde el primer día y gracias a Dios sigo pudiendo. Los que se quieran sumar es bienvenido porque se puede barrer, limpiar, pintar, se puede ordenar, se puede reparar, alguien se puede ocupar de las redes sociales. No hace falta genialidad ni especialidad alguna, solo querer ayudar y meterle onda”, detalló Silvia Moreno de Beigbeder.
“Quisiera que cada uno haga un esfuerzo chiquitito de mirar a un costado y ver que muchas veces uno tiene mucho y puede hacer algo por los demás un poquito”, aseguró la titular del “Hospital del Juguete”.