Tal día como hoy, pero hace 199 años, tuvo lugar -frente a Buenos Aires y a la vista de la población- la batalla entre la Armada Argentina, conformada por cuatro buques y siete cañoneras a las órdenes de Guillermo Brown, y los 31 barcos de la poderosa escuadra del Imperio de Brasil.
El imperio lusitano ocupaba la Banda Oriental y habían acusado a Argentina de haber apoyado a los 33 orientales que luchaban por la independencia. Por ese motivo, desde el 21 de diciembre de 1825, la flota imperial tenía al puerto porteño bajo bloqueo.
El Gobierno le confió a Guillermo Brown romper el asedio y, con cuatro buques y un puñado de cañoneras, enfrentó e hizo huir a los 31 barcos brasileños.

La frase inmortal de Brown antes de comenzar al ataque fue: “¡Fuego rasante que el pueblo nos contempla!”.
Brown ese día recibió del pueblo porteño las pruebas más exaltadas de admiración y gratitud ante la victoria argentina.
La guerra con el Brasil se distinguió por la desigualdad de fuerzas entre la flota brasilera y la argentina, al carecer el país de una marina de guerra estable. Ese día debió recurrir a buques mercantes artillados para poder combatir