Una comisión de investigadores de la comisaría Tercera y brigada de la Unidad Regional I intentan esclarecer y buscar a los autores y mentores del robo de parte de la recaudación de una empresa de aluminios de Posadas.
De acuerdo a la denuncia presentada este jueves por la mañana, uno de los empleados de una firma nacional dedicada a la elaboración de insumos y estructuras en aluminio, fue asaltado a las 9.30 en el cruce de calle Suiza y avenida Rademacher.
Dos motochorros se interpusieron en el camino de la camioneta Mercedes Benz de la empresa Alumar y en pocos segundos amedrentaron al conductor de 32 años, le provocaron un corte en un brazo y escaparon con un bolso que contenía en dinero efectivo, 1,8 millones de pesos.
Este monto era parte de los billetes que el empleado se disponía a llevar a depositar en una sucursal bancaria de calle Félix de Azara, casi Córdoba. Fortuitamente, el arrebatador no se percató que al frenar la camioneta, otro bolso con dinero se cayó al piso de la cabina, alrededor de medio millón de pesos.
Tras el alerta al Centro Integral de Operaciones 911, concurrieron al lugar del hecho efectivos de la seccional Tercera y de la Policía Científica para realizar las primeras averiguaciones y pericias, principalmente el relevo de huellas dactilares.
La víctima relató a los efectivos que mientras manejaba el vehículo de Alumar (empresa nacional dedicada a la fabricación y venta de productos y accesorios de aluminio, de la cual es encargado del sector Vidrios), se le interpuso una motocicleta de 125 o 150 centímetros cúbicos negra. Uno de los maleantes se acercó a la puerta del lado del conductor y le hincó el hombro izquierdo, antes de sustraerle el bolso.
Tras el robo, los presuntos “motochorros” huyeron por calle Suiza hacia la avenida Uruguay, siempre según el relato del damnificado, quien precisó que ninguno de los dos llevaba puesto casco y uno de ellos vestía un buzo gris.
Hasta anoche los investigadores intentaban establecer el recorrido de la motocicleta para buscar y analizar registros de cámaras de seguridad.
Según fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN el monto total que se disponía a depositar el empleado correspondía a los dos últimos días de recaudación de la empresa ubicada por avenida Bustamante, entre Rademacher y Uruguay.
No se descarta ninguna hipótesis hasta el momento, pero las mismas voces aseguraron que no fue “al voleo” el acto delictivo cometido, que con los datos obtenidos por los “motochorros” y hasta el cruce de arterias para cometerlo fue planeado al detalle.