
Radicado desde hace cinco años en el país galo, donde reside en Toulouse, Facundo Núñez le contó a EL DEPORTIVO como es su vida en Francia, muy lejos de su Posadas natal, que incluye además un año viviendo en Bangkok, la capital de Tailandia, sitio al que llegó acompañando a su esposa, quien es docente y fue contratada por el gobierno tailandés.
El rugbier formado en Progreso Rowing Club (hoy CAPRI) disputa el Federal 1 francés (segundo torneo en importancia en el país) jugando para el ASV Association Sportive Vaureen Lavaur.
Formó familia con la francesa Bárbara Lavabre, con quien hace unos meses fueron padres de Maceo, y planea traerlos a ambos a conocer Argentina y, especialmente, Misiones.
Nacido y criado en Villa Cabello, hoy el “Pelado” Núñez pasea por las calles de Toulouse, ciudad a la que define como “muy tranquila y linda para vivir”.
¿Hace cuánto estás radicado en Francia y cómo fue tu adaptación en un país distinto, con otras costumbres?
Llegué acá a Francia cerca de finales de 2016, o sea que van a hacer unos cinco años dentro de poquito nomás, ahora en agosto. Con respecto al tema de la adaptación, por suerte a mí se me da bastante fácil, porque cuando tomo la decisión de ir a algún lado trato de aguantar de la mejor manera con lo que hay. Acá, sin dudas, lo más complicado fue el idioma, que al llegar no hablaba nada de nada. Y como la mayoría de los que estaban en el club al que llegué hablaban francés, no me quedó otra que aprender a los palazos. Después había un compañero que hablaba español y otro con el que hablaba en inglés, y ellos me iban traduciendo y ayudando con los discursos del entrenador y todas esas cosas. Pero la adaptación fue bastante bien, tuve la suerte de cruzarme con gente muy piola, que hoy son amigos míos, así que se hizo bastante llevadero el tema.
Y ahora súper afirmado ahí, con familia, con un bebé que llegó hace poquito y aprendiendo a ser papá…
Sí, acá estoy instaladísimo. Nos casamos con mi mujer, Bárbara, hace dos años y nos fuimos a vivir un año a Tailandia. Estando allá decidimos tener un bebé, le dimos para adelante y así nació hace un mes y medio el bebé franco-argentino, se llama Maceo. Fue un momento súper feliz el día del nacimiento, y ahora todos los días es una experiencia nueva. El hecho de ser padre lo tomo con la misma tranquilidad y responsabilidad que asumí cada cosa que he deseado hacer, así que muy feliz.

¿Cómo fue eso de ir a vivir un año a Tailandia?. Te tomaste un año sabático o fueron de vacaciones, les gustó y se quedaron?
Sí, un año sabático para mí, casi, ja ja ja. Porque te cuento, mi señora es profe de Educación Física acá en Francia y el sistema educativo francés se aplica en muchos colegios primarios y secundarios de distintas partes del mundo. Por ejemplo en Tailandia, que tiene un sistema educativo con distintos tiempos, horarios y una organización diferente, utilizan el sistema francés. Nosotros estuvimos en Bangkok, donde Bárbara fue a trabajar, y yo aproveché y me fui de cola (risas). Tuve la suerte de jugar al rugby allá en un equipo de ‘despatriados’, en un club llamado Southerners, en la primera del país, con gente de Australia, Nueva Zelanda, Fiji, Estados Unidos, de diferentes partes del mundo, con tailandeses incluidos, japoneses. Estuvimos ahí un año y como decidimos agrandar, o mejor dicho empezar la familia, decidimos volver a Francia. Capaz que nos quedamos unos dos o tres años por acá y la idea es volver a girar por ahí.
¿Actualmente en Francia estás jugando en el mismo club al que llegaste cuando te fuiste para allá, o cambiaste de club?
Las primeras tres temporadas, desde que llegué a Francia, las jugué en el mismo club, que es el FCV Football Club Villefranche de Lauragais en Federal 2. Bueno, después me fui a Tailandia donde como te conté estuve jugando un año, y cuando volví acá a Francia firmé con un club del Federal 1 que se llama ASV Association Sportive Vaureen Lavaur. Es un equipo muy bien ubicado en el Federal 1, que fue campeón de Francia hace algunos años. Justo ahora estamos viendo qué es lo que vamos a hacer, pero lo más probable es que continúe en el mismo club. Así que por ahora eso, va a seguir siendo en el Federal 1 y en un alto nivel.
¿Cómo se conocieron con Bárbara y de qué manera eligieron ponerle Maceo a su hijo?
Con Bárbara nos conocimos en un boliche, acá en Toulouse, y bueno así empezó y continúa. Y Maceo, el nombre del bebé, lo sacamos de un saxofonista americano. Era el saxofonista de James Brown y se llama Maceo Parker. El nombre completo de nuestro hijo es Maceo Marcus Núñez Lavabre, hijo ‘e tigre!!! jajajaja.

Me imagino que una vez que pase todo este contexto especial que estamos viviendo con la pandemia tenés pensado traerlos a Bárbara y a Maceo a conocer Argentina y, especialmente, Misiones…
Sí, sí más vale. Estaba, está y va a seguir estando en los planes ir para allá. Es más, te cuento que cuando estábamos en Tailandia (volvimos acá en julio de 2020) dijimos bueno, llegamos, bajamos las valijas, nos instalamos y una semana o diez días después nos vamos para Argentina. Pero bueno, el COVID nos cortó todo, así que fue imposible. Acá en Francia están muy exigentes y súper pesados con todo lo relacionado al COVID, así que este año tampoco va a ser posible. Le pusimos todas las fichas a 2022, a ir para allá en lo que es el verano de acá, o sea el invierno de Argentina. Lo tengo que llevar a Maceo a Misiones a conocer al abuelo y a los tíos, a la abuela que está en Santa Cruz y a la bisabuela que vive en Chaco, así que tenemos que ir a hacer un tour por casi toda la Argentina. Obviamente que el viaje está en los planes y se va a hacer, más tarde o más temprano, de eso no hay dudas. Así que cuando vaya para allá vamos a comer unos buenos asados.
Y cuando arrancaste de chico con la ovalada allá en Villa Cabello, ¿se te cruzó alguna vez por la cabeza o soñaste que ibas a estar viviendo todo esto a través del rugby?
Uhhh, que lejos te fuiste, ja ja ja. A ver, cuando era pibe pienso que, como todo pibe, alguna vez soñé en ponerme la celeste y blanca. Pero después pasa el tiempo y te das cuenta, no sé si de tus límites o qué, pero capaz si me quedaba en Argentina, donde estuve jugando en Gimnasia y Esgrima de Rosario y en el Seleccionado, quién te dice.
Pero tuve la oportunidad de venir a Europa y no lo pensé dos veces. También te tengo que decir que a los 14 o 15 años, con un amigo con el que nos entrenábamos como unos tarados, siempre mirábamos los partidos de lo que era el Top 16 en aquella época, que hoy es el Top 14 francés, mirábamos los partidos del Toulouse donde estaban Patricio Albacete y compañía, Roncero en el París Stade de France, y decíamos que lindo sería jugar algún día en Francia. Obviamente, pensábamos en el nivel ese, no es el caso pero mirá, casi sin buscarlo terminé acá. Así que es un poco de lo que uno sueña y busca.
También siempre tuve claro lo que quería con el rugby, siempre me entrené un poco más para poder mejorar y dar más. Siempre mi objetivo dentro del rugby fue llegar lo más alto que se pueda. Así que se puede decir que desde siempre puse a Francia en el horizonte y acá estamos.
¿Cómo es Toulouse, como te sentís ahí, como te movés?
Acá la ciudad es súper linda. Es una ciudad ícono de Francia, pero sigue siendo chiquita al lado de París o Lyon, que son ciudades muy grandes. Acá es más pequeñito, muy tranquilo, te podés mover sin mucho problema, no hay el despelote que hay en las grandes ciudades.
La ciudad tiene uno de los mejores equipos de rugby del país, que es el Stade Toulousian, después tiene un equipo de fútbol que está en la primera división, o en la segunda creo, no sé bien, tampoco es que me interesa mucho el fútbol, jajaja.
Eso a nivel deportivo. Después, por la ciudad pasan dos canales, uno es el Garona, que atraviesa gran parte de la ciudad y la región, y el otro es el canal de Midi, que pasa por la ciudad y atraviesa casi todo el país de este a oeste. Casi todo el casco céntrico de la ciudad, la parte histórica digamos, está construida con unos ladrillitos entre naranja y rosa, por eso es que a Toulouse le llaman la ‘Ville Rose’, la ciudad rosa, porque la mirás desde arriba y es todo del mismo color, ese es el dato peculiar que tiene. Con respecto al rugby, es una ciudad puramente de rugby. Está el Toulouse como te dije, y después a medida que vas bajando de divisiones hay una cantidad increíble de clubes de buen nivel, y en los alrededores también. Acá se vive, se respira y se sueña rugby.
Que sigan los éxitos y continúes disfrutando todo esto que estás viviendo…
Te agradezco profundamente, sobre todo por acordarse de uno y poder brindar este contacto para de esa manera llegar a la gente de Misiones. Un abrazo a todos por allá.