La emoción hasta las lágrimas fue la protagonista en la Parroquia Nuestra Señora de Fátima donde se hicieron presentes cientos de fieles para agradecer y pedir a la Virgen. Bajo el lema “Madre del amor, danos un corazón fiel como San José” se realizó ayer la celebración por el día de la Virgen de Fátima que fue el pasado 13 de este mes.
La procesión y la conmemoración en honor a la Virgen fueron -nuevamente- distintas a años anteriores donde la pandemia de COVID no estaba presente. En el 2020 los devotos tuvieron que participar de la misa vía virtual, pero este año se volvió la presencialidad con protocolo de por medio.
Por un lado, la habitual peregrinación hasta Garupá se realizó solamente en vehículos. Pasadas las 8 partió una extensa caravana desde la Catedral hasta la parroquia. Decenas de autos y motos con banderas de Argentina y la pontificia escoltaron la imagen de la Virgen por casi hora y media.
En tanto, con la intención de evitar la aglomeración de personas se desarrolló durante la jornada diez misas y el predio estaba marcado por cuadrantes para que los feligreses puedan mantener la distancia. Una vez que comenzaba una misa el predio era cerrado y los devotos hacían fila para participar de la siguiente celebración. En la entrada tomaban la temperatura y colocaban alcohol en gel.
“Gracias a Dios hoy tenemos acá al peregrino que no quería quedarse encerrado en su casa sino que quería estar aquí y quería valorar a Dios a través de su amor. Por eso estamos acá, por eso damos gracias a Dios y a la madre”, dijo el sacerdote Héctor Maldonado en el transcurso de la misa, refiriéndose a la pandemia ya que el año pasado la celebración fue virtual y sólo pudieron participar una docena de personas.
Además, agregó que “nos mantiene hoy la fe, la esperanza y el amor que tenemos en nuestro Dios. En María vemos a la madre venciendo todas la dificultades que se puedan presentar”.
Agradecer y pedir
Los fieles que llegaron hasta el predio de la parroquia se mostraron felices y agradecidos. “Esto es una emoción enorme, es inexplicable lo que estamos sintiendo”, apuntó Raquel de la Capilla San Pedro a PRIMERA EDICIÓN.
A la vez, describió que “el año pasado fue muy triste”; y al mismo tiempo adicionó que “realmente la Virgen quiere bendecirnos para que se vaya esta pandemia”.
Comentó que “hoy pedimos que se aleje la pandemia de COVID y que todo sea como antes, que podamos juntarnos y compartir”.
Por su parte, Victoria de la comunidad Santa Cecilia enfatizó que “gracias a Dios y a la Virgen estamos caminando. Hay que tener fe porque sin fe estamos vacíos”.
Expuso que “doy gracias a la Virgen y a Jesús porque me dieron la fuerza para estar aquí. El año pasado fue una tristeza, muchos se enfermaron por estar encerrados. Y hoy está reviviendo el espíritu de muchos”. Indicó que “pido por las nuevas generaciones para que no dejen de tener fe en Dios porque él nos da fuerza y luz”.
Siempre en familia
Familias completas se acercaron a rezar hasta la parroquia.
Un caso fue el de Ramona López de 91 años quien llegó desde el barrio Nuevo Garupá junto a sus hijas. Las mujeres, que se mostraron felices y emocionadas, participaron de la misa de las 9 y se quedaron un rato más para alabar a Dios y la Virgen con cantos.
“Estamos felices de volver. Nosotras todos los años venimos con mi mamá, siempre en familia”, señaló Teresa de Jesús, hija de López.
“El año pasado fue muy triste”, relató y agregó que “hoy agradecemos que podemos estar todas juntas. Estamos muy felices”.
Asimismo, mencionó que “también pedimos por salud y para que termine la pandemia”.