Los pasos fronterizos siguen cerrados y el único lugar habilitado para ingresar al país es Ezeiza; sin embargo hay familias que están varadas o a la espera de una resolución que permita la entrada a Argentina por otra frontera diferente a la de Buenos Aires. Tal es el caso de tres grupos familiares que se encuentran desde el domingo en la Aduana argentina del puente San Roque González de Santa Cruz. Las mismas presentaron un amparo colectivo en el Juzgado Federal Nº1 con la intención de acceder al permiso.
En conversación con PRIMERA EDICIÓN, Francisco Rosales comentó que “no podemos entrar a la República Argentina porque está la normativa que establece que sólo se puede ingresar por avión, pero nosotros no tenemos el dinero para ese viaje porque cuesta unos 700 dólares. Pero, nosotros somos argentinos”.
Deslizó que “por ejemplo tenemos que ir hasta Ezeiza, pero los que viven en el norte otra vez tienen que pagarse un pasaje”. Según lo detallado, las familias son de Chaco, Misiones y la tercera está radicada en Argentina y debe emprender camino hacia la provincia de Buenos Aires.
A la vez, Rosales indicó que “pedimos que se respete la Constitución Nacional, el artículo que establece la libertad de tránsito que es el artículo 43; como así también los pactos internacionales”.
Por el momento, las familias permanecen en la zona del puente. “Estamos en la parte de la Aduana argentina y Gendarmería nos prestó una habitación. Nos está atendiendo muy bien, nos da asistencia, comida, colchones y nos permite utilizar el baño. Se están portando muy bien. Esto será hasta que el juez resuelva el amparo”.
Aseguró que “el problema es Migraciones argentina porque no quieren habilitar las fronteras terrestres, esto es ridículo. Es una normativa discriminatoria”.
En cuanto a las gestiones que realizaron durante este tiempo, el hombre apuntó que “en abril en Paraguay presentamos un salvaconducto sanitario, esto lo hicimos en el Consulado de la República Argentina en Asunción y nunca tuvimos respuestas”.
Además, sostuvo que “también presentamos una declaración de indigencia porque ninguno tiene dinero y tampoco podía trabajar en Paraguay porque la Visa estaba vencida porque quedamos en una situación de calle en otra República. Pero, no resolvieron esa situación”. “Hace dos meses que estamos reclamando y estamos prácticamente abandonados porque el Consulado Argentino nunca dio respuesta”, remarcó.
Adicionó que “la gente tuvo que gastar todo su dinero. Nos juntamos en Encarnación y el domingo a la madrugada llegamos a Argentina, pero no podemos ingresar hasta que el juez lo decida”.
En relación al viaje al vecino país, Rosales mencionó que “en mi caso fui por cuestiones de trabajo porque trabajo en forma independiente y por la pandemia no todo el mundo podía trabajar en Argentina. No fuimos de turismo”.
Este jueves todos fueron hisopados, arrojando todos resultados negativo.