El Día del Trabajador Gráfico fue instituido en conmemoración al nacimiento de Eva Duarte de Perón. Fue ella quien en junio de 1950 intervino para que se consiguiera la firma del primer convenio nacional para todos los trabajadores de la industria gráfica argentina.
Hasta ese momento los convenios eran de carácter local, se discutían por empresas o por ciudad, pero la intervención personal de Eva Duarte de Perón colaboró a que se concretara la firma, transformando el día en una fecha histórica e imborrable para los gráficos.
Desde entonces tienen en su haber el orgullo y la honra de haber organizado el primer sindicato en la historia del país: la Unión Tipográfica, creada en 1857 por obreros que llevaron a la práctica sus ideales de emancipación social y de defensa del derecho al trabajo, a la salud, a la vivienda y a la educación.
A principios del siglo XX la gráfica local atravesaba cambios paradigmáticos en lo tecnológico, lo práctico y lo conceptual. Es así como en el centro de este momento de transformaciones se encontraron los tipógrafos, que veían cómo sus trabajos se sintetizaban progresivamente por la máquina.
Una institución pionera, el Instituto Argentino de Artes Gráficas, fundado en Buenos Aires en 1907, fue protagonista de los cambios en las prácticas gráficas, que sumado a la renovación de los cánones visuales de la mano de la nueva tipografía, estaban anticipando el surgimiento de un nuevo perfil profesional: el del diseñador gráfico. Anteriormente, en 1857 surgió la Unión Tipográfica Argentina fue el primer sindicato en su rubro creado en el país.
Pero hay otro inventor, alemán, nacido en Maguncia, que hizo sin duda avanzar al mundo: Juan Gutemberg, nació en 1468, unos 25 años antes del descubrimiento de América e inventó la imprenta. Hasta entonces, los libros eran escritos a mano, uno por uno, obviamente. Requerían largas horas de trabajo y eran tan raros y codiciados como las joyas.