La visión negativa se profundiza con las restricciones y la nueva avanzada del coronavirus, inclusive entre oficialistas. El Gobierno pierde adhesiones y la imagen del Presidente sigue en el peor nivel desde que asumió.
El arribo de la segunda ola de coronavirus al país y las nuevas restricciones dispuestas para intentar contenerla profundizaron el pesimismo en la sociedad, que observa con suma preocupación la situación económica actual y aumenta su pronóstico negativo sobre el escenario que mostrará la Argentina dentro de doce meses.
Así lo revela la última entrega del Monitor del Humor Social y Político que D’Alessio IROL/Berensztein realiza de forma exclusiva para El Cronista.
El estudio, que relevó la opinión de 1.216 adultos en todo el país durante el mes pasado, mostró que la visión negativa sobre el presente y el futuro de la economía se expande desde el votante opositor hasta quien se inclinó por el Frente de Todos (FdT) en 2019.
El 57% es pesimista sobre lo que viene
Hoy, no solo siete de cada diez entrevistados observa que la situación empeoró en el último año sino que 57% proyecta un peor escenario dentro de doce meses, lo que marca un pico de pesimismo en la medición durante toda la gestión de Alberto Fernández, con guarismos no vistos desde enero de 2019.
Y para eso es clave la evaluación del votante kirchnerista que, en parte, comenzó a cambiar.
Hoy, un 44% de los consultados percibe un empeoramiento de la economía (96% de quienes eligieron a Juntos por el Cambio y 82% de los que optaron por terceras fuerzas) y uno de cada cuatro tiene una proyección negativa para los próximos doce meses (92% de JxC y 71% del resto), cuando solo 4% tenía esa perspectiva en febrero de 2020, antes de que el Gobierno tomara las primeras medidas de restricción por el COVID-19.
“La situación mejorará en un año”
“Abril muestra una ligera inflexión de los entrevistados hacia el pesimismo tanto en la situación actual como futura de la economía”, señala, al respecto, Eduardo D’Alessio y remarca que “la realidad parece mover el arco y siempre la mayor parte de las respuestas están en torno a que la situación mejorará recién dentro de un año”.
“Inflación e inseguridad son los puntos extremos de preocupación de los entrevistados y, como ya mencionamos en mediciones anteriores, existe un progresivo distanciamiento entre el discurso político y la necesidades de la población”, agrega D’Alessio.
En efecto, la espiral inflacionaria sigue siendo el tema que desvela a la población, sumado al delito, la incertidumbre económica y el impacto del coronavirus en la economía, aún por encima del temor a la enfermedad.
Y si bien D’Alessio aprecia en las respuestas de los encuestados que “los puntos extremos de opiniones sobre la grieta se encuentran cada vez más consolidados”, quizá sea esa diferencia apreciada entre intereses políticos y necesidades sociales, la que horadó la evaluación que el propio votante del oficialismo tiene sobre el Gobierno.
La cuarentena exacerbó la grieta
En marzo de 2020, cuando la Casa Rosada adoptó la cuarentena para frenar la propagación del coronavirus, la evaluación positiva de la gestión llegó a un pico de 96% entre quienes optaron por el FdT el año anterior.
Mientras que el mes pasado, ese guarismo alcanzó su punto más bajo de la medición, con un 77%.
El dato acompaña al estancamiento de la imagen presidencial, que se mantiene con un balance negativo de 17 puntos (40 puntos de imagen positiva y 57 de negativa), lejos del +9 que observa el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta (52 y 43), y del +20 que muestra el ministro de Salud de la Ciudad, Fernán Quirós (50 y 30).
Fuente: Medios Digitales