A pesar de los controles y los acuerdos con la cadena de producción y comercialización, los precios de los alimentos se vuelven a mover en el comienzo de mayo. De acuerdo a un relevamiento de iProfesional entre empresas fabricantes líderes y cadenas de supermercados, hay nuevas listas de precios en productos de la canasta básica. Nada menos.
Esta realidad se produce en un contexto político complicado para el ministro de Economía, Martín Guzmán, que mantiene una dura pulseada con La Cámpora por las tarifas y la ayuda social en plena pandemia.
Y también en un momento donde los alimentos lideran las subas de los precios, en un contexto de aceleración inflacionaria. De acuerdo a los registros de las consultoras que miden semanalmente los precios, el costo de la comida volvió a liderar las subas del mes pasado.
El escenario se agravó en las últimas horas: con el inicio de mayo, los supermercados empezaron a recibir listas con ajustes de precios de los alimentos de la canasta básica.
Algunos ejemplos: en arroz, la suba fue de 8%, en las marcas premium de fideos, las subas llegaron al 7% promedio. Lo mismo que en los quesos, en un contexto donde el sector lácteo mostró alzas en los últimos meses, luego de un 2020 tranquilo. Mientras que las remarcaciones en yerbas ascendieron al 6%.
En un plano atrás, en nichos puntuales, como las sopas instantáneas y los fiambres, las subas de este comienzo de mes van entre 18% en el primer caso y del 10% en el segundo. En el caso de las sopas se trata claramente de un movimiento estacional, ante la inminencia de los días invernales.
Escenario complicado
Lo grave, en todo caso, es que estos incrementos se dan en un escenario ya complicado por la aceleración de la inflación. De hecho, las principales consultoras privadas que testean precios de los alimentos dieron cuenta de una aceleración en los aumentos durante abril.
Eco Go (comandada por Marina dal Poggetto) midió una suba promedio del 5% el mes pasado. Para LCG (Martín Lousteau), el alza en los alimentos fue del 4,9%. Mientras que para Orlando Ferreres resultó del 4,4%; y para Ecolatina, del 4,1%. Sea como fuera, en todos los casos esas subas estuvieron por encima de la inflación promedio.
La suba de los precios de los alimentos se da aunque el Gobierno mantiene dos programas de control: Precios Cuidados y Precios Máximos. En este último caso, el acuerdo se termina dentro de diez días, y Comercio Interior negocia el congelamiento de una canasta de unos 120 productos de la canasta básica hasta las elecciones.
El cambio de estrategia es la admisión de que todo programa de control estricto de los precios, en el marco de una economía de elevada inflación, puede tener efecto por un tiempo limitado. Las empresas, ante la prolongación de los controles, fueron perfeccionando la forma de eludirlos.
¿Cómo? Sacaron marcas nuevas con productos similares o directamente modificaron los envases y, por lo tanto, el código de barras con los que se controlan los precios.
En términos políticos, la Casa Rosada se encuentra en un laberinto del que no encuentra la salida.
Un piso bastante alto
La inflación de abril se ubicó en un 4% durante abril, un mes en el que los alimentos volvieron a superar el nivel general, señaló un informe privado. Según el centro de estudios económicos Orlando Ferreres, el registro acumulado fue de 15,9% en el primer cuatrimestre, más de la mitad del 29% previsto por el Gobierno para todo el año.
El INDEC dará a conocer los resultados del Índice de Precios al Consumidor (IPC) el jueves de la semana próxima. Los últimos datos oficiales subrayaron que trepó en marzo al 4,8%, el nivel más alto en un año y medio, y acumuló en el primer trimestre un incremento del 13%.
En comparación con marzo del año pasado, el IPC acumuló un alza del 42,7%, cuando en febrero había sido del 40,7%.
De cumplirse con las estimaciones de Ferreres, se daría una leve desaceleración en el indicador, dado que se ubicaría 0,8 puntos menos que en marzo. El sondeo dado a conocer este martes también estimó que la inflación núcleo avanzó a un ritmo mensual de 3,8%, con lo que marcó un aumento de 44% anual.
En cuanto a los principales aumentos, el análisis consideró que los rubros que los lideraron fue Transporte y Comunicaciones con un alza de 6,3% mensual. Por su parte, Alimentos y bebidas experimentó un avance de 4,4% mensual, por lo cual se ubicó nuevamente por encima del nivel general.
El segmento de Salud tuvo un salto de 4,2% mensual, al tiempo que la Indumentaria escaló 3,7%. Por último, los bienes y servicios regulados subieron 4,8%.
Ya se piensa en una mayor intervención del Estado
Un sector del Poder Ejecutivo cree que el cerco a empresas de consumo masivo no es suficiente y reclaman una dureza mayor. El Gobierno está inmiscuido en la discusión con las empresas de alimentos sobre cómo serán los pasos a seguir de uno de los programas de control en góndolas más estricto en lo que va de gestión: Precios Máximos. Este esquema tiene fecha de vencimiento el 15 de mayo, pero apuntan a cerrarlo en los próximos días.
La idea central es que Precios Máximos -que fue un programa que, a diferencia de Precios Cuidados no fue consensuado con las empresas y que congeló valores de alimentos y de artículos de limpieza a comienzos de la pandemia- vaya dejando lugar a una canasta de alimentos superior a los 100 productos congelados. De todas formas, podría no implicar la finalización propiamente dicha del plan.
Cerca de Martín Guzmán aseguran que el ministro considera que en el llamado a coordinar expectativas de paritarias y de aumentos de precios en torno a su meta de 29%, el sector privado “no cumplió su palabra” y aplica reajustes por encima de esa meta, mientras algunas negociaciones salariales clave cerraron algunos puntos por encima de esa pauta oficial.
La tirantez reciente con los empresarios se deja ver en otra particularidad. Desde finales de febrero, el Gobierno propició mesas de acuerdo de precios y salarios con sectores que consideraba decisivos para la formación de precios, como alimentos, construcción y productos electrónicos.
El momentum de esa ronda de diálogo con empresarios y gremios duró poco y fue interrumpido en los primeros días de marzo.
Sólo volvió a la luz durante la negociación del salario mínimo, pero es una variable que impacta más en las cuentas públicas por los ajustes de algunos programas sociales de acuerdo a ese piso de remuneraciones.
Fuente: iprofesional.com