El camino es largo y mejor ir con equipaje liviano para que puedas llevar un ritmo según la dirección que decidiste tomar.
Desde un inicio comenzamos a cargar el equipaje con recuerdos de la infancia, el oso para dormir el juego de té, la pelota de fútbol, imágenes que vienen a tu mente y sentimientos de ternura y emoción, es parte de tu historia y con amor los preservas en algún lugar del equipaje, cada tanto te conectas con ello.
Sin embargo hay equipajes que pesan tanto que terminan siendo una carga en la vida, haciendo el andar más costoso, pero no imposible para muchos.
Vaciar un poco ir sacando las cosas que pesan como resentimientos por situaciones o personas que han pasado por tu vida o quizás en la actualidad estás cargando tu equipaje con responsabilidades que no son tuyas, pero igual las llevas.
Cada vez que quieres avanzar te sientes agotado con falta de energía, esto sucede al llevar varios equipajes juntos, por ejemplo problemas ajenos y culpas que sientes por distintos motivos.
Muy importante es alivianar la carga, siempre hay posibilidad de parar hacer una pausa y revisar este equipaje; es necesario para seguir y llegar a tu destino que te propusiste, mira lo importante para ti, lleva en tu equipaje tu sueño eso que te mueve, tus aspiraciones y lo más indispensable tu valor personal, el ser maravilloso que eres resplandeciente libre y totalmente liviano.
Lo que llevas puesto en la vida, es lo que tienes en tu equipaje de la mente y el corazón, recuerda que puedes cargar de amor, pasión y una actitud de resiliencia ante todo.