La investigación se cerró y ahora sólo resta que en una fecha aún a determinar, un joven de 24 años se siente en el banquillo de los acusados por la muerte de sus padres. El doble homicidio ocurrió en la localidad de Comandante Andresito el 22 de septiembre del 2019. Lo que en principio se creyó que fue un robo, derivó en un crimen que conmovió a la provincia.
En los últimos días se conoció que el expediente por el asesinato de Hilario Kirschner (61) y Mirta Sachser (54) ya fue girado al Tribunal Penal de Eldorado. Tiempo atrás, desde el Juzgado de Instrucción 3, a cargo del magistrado Martín Brites, corrieron vista al fiscal Horacio Paniagua para que emitiera opinión sobre si faltaba completar alguna medida de prueba para finalizar la investigación. Al considerar que ya estaba completada la etapa de instrucción, el fiscal solicitó que el caso sea elevado a juicio. Finalmente sólo restaba la opinión de la defensa del acusado, quien no objetó el pedido, cerrándose así el expediente en su etapa investigativa.
Ya ante el Tribunal, el hijo del matrimonio deberá responder por los delitos de “doble homicidio agravado por el vínculo y por el uso de arma de fuego en concurso real con portación de arma de fuego de uso civil sin debida autorización legal”.
Por lo que se supo oportunamente, el joven habría sido el autor de los disparos con un rifle modificado calibre 22 con el que se cree acabó con la vida de sus padres. Esto ocurrió después de las 19.30 de aquel sábado, puesto que en su coartada explicó que a esa hora había salido de su casa y cuando regresó a las 1.30 del domingo los halló asesinados. Sin embargo, había un bache temporal que no supo explicar. Los testigos lo ubicaron después de las 22, pero el joven no alcanzó a comprobar dónde estuvo en esa franja horaria de dos horas y media.
No tenía una buena relación con sus padres. Según indicaron testigos, era difícil de controlar, tenía un temperamento fuerte y solía tomar la camioneta sin permiso, además que faltaban elementos de la casa, hecho que provocaba disgustos en el hogar.
A la madrugada el joven corrió a avisar a su tío que habían matado a sus padres. El hombre avisó en la comisaría y una patrulla se dirigió a la chacra ubicada a la altura del kilómetro 9 de la ruta provincial 101, en una zona conocida como las 500 Hectáreas. Los cuerpos estaban en la habitación con orificios de bala.
Posteriormente la autopsia determinó que también fueron golpeados con un elemento romo. En la sala hallaron un vaso tirado junto a los lentes de Hilario. El hombre estaba frente al televisor cuando comenzó el drama. Los investigadores hallaron un ticket bancario con la extracción de cien mil pesos, dinero que nunca apareció. Luego se supo que una huella del zapato del joven estaba sobre la cama. Cuando le preguntaron dijo se apoyó para tomar el pulso a su padre. El rifle que estaba en la vivienda nunca apareció y era del mismo calibre con el que fue ultimada la pareja. La casa estaba desordenada, como si los supuestos ladrones hubieran buscado elementos, pero no así la habitación del joven.
La suma de indicios hizo que la policía lo detuviera nueve días después y la Justicia lo imputara por la muerte de sus progenitores.