Un doble homicidio que ocurrió hace cuatro años, comenzó a ser debatido ayer en el Tribunal Penal de esta ciudad. Las víctimas Olivia Márquez (46) y Sandro Leiva (40) fueron enterrados en una chacra de Puerto Rosario, en Panambí. Entre los que declararon se remarcaron los relatos de una hija de Olivia y el de uno de los acusados.
El policía Víctor Duglokinski (33) y su cuñado, Leandro Bublitz (39) están imputados por el delito de “homicidio agravado por el uso de arma de fuego”, pero no son los únicos implicados. Desde Brasil se aguarda la extradición de Pablo Duglokinski (41), quien permanece detenido y sospechado además de ser autor directo del hecho.
El primer testimonio que complicó a los encartados ayer fue el de una profesora de educación física de 25 años quien contó que a medida que pasaron los días desde la desaparición de su madre y la pareja, le parecía “evidente que los hermanos Duglokinski estaban detrás” del hecho. Por eso pidió a la policía que hicieran rastrillajes en sus tierras. Cuando encontraron los cadáveres, la llamaron para que reconociera los cuerpos. Entre sollozos explicó ayer que reconoció a su madre por la ropa porque el cuerpo estaba en avanzado estado de descomposición. También aclaró que el cadáver de Leiva fue reconocido por los hermanos.
Acerca de la vida de su madre sostuvo que era “una persona que se hacía respetar”, una trabajadora que luchó por sus hijos para que pudieran estudiar y recibirse. Negó que su progenitora tuvo problemas con el padre de los Duglokinski, con quienes al fin (salvo Leiva) los unía algún grado de parentesco.
“Ver los cuerpos destrozados de dos adultos indica que no lo pudo haber hecho una sola persona, hubo más gente involucrada”, afirmó.
Luego los hermanos de Sandro Leiva, quienes son denunciantes en la causa, sólo aportaron datos acerca de ser partícipes del hallazgo de la motocicleta y no haber conocido de antes a los imputados ni a quien era la pareja de su hermano.
Leandro Bublitz, el cuñado del policía, se abstuvo de declarar ante los jueces pero ratificó lo que respondió en la indagatoria de instrucción de la causa.
Principalmente reconoció que fue quien hizo desaparecer la moto, pero nada tuvo que ver con los homicidios. En tanto, Víctor Duglokinski habría mostrado una contradicción respecto a lo declarado anteriormente. Esa noche, cuando la Gendarmería lo retuvo en un control cuando llevaba supuestamente la motocicleta de las víctimas que luego fue descartada, dijo entonces que no era Bublitz quien lo acompañaba, pero ayer dijo que sí.
En ningún momento habló acerca de los cuerpos en su propiedad ni de la autoría. Evitó además hacer alguna alusión a su hermano como responsable. Sí acusó a una de las víctimas, Olivia Márquez, como quien había matado a su padre con el incendio de su vivienda.
A su debido momento, esto contrastó con lo declarado por la hija de la mujer, quien hizo recordar que Duglokinski afirmó en aquel momento, que la casa en la que murió calcinado el padre se produjo por la ignición a través de una colilla de un cigarrillo. Algo totalmente opuesto a lo dicho ayer ante los magistrados. La mujer reflexionó y dijo: “Si eso fue así, ¿por qué no lo denunció entonces? se hubiera evitado la muerte de dos personas”.
El debate que está presidido por Francisco Aguirre y secundado por José Pablo Rivero y Jorge Villalba (subrogante), continuará hoy con cinco testigos.
A cuatro años
El 28 de abril de 2017 Olivia Márquez y Sandro Leiva salieron en moto con rumbo desconocido. Tres días después, el hermano de la mujer denunció la desaparición en la comisaría de Panambí. Primero hallaron la motocicleta desarmada en un arroyo. Gendarmes vieron a dos vecinos de la zona trasladando el vehículo. La pesquisa los identificó como los hermanos Duglokinski.
Un allanamiento en una chacra del policía en el paraje Puerto Rosario halló los cuerpos en una fosa. A 200 metros, tiempo antes murió calcinado el padre de los Duglokinski.
La hipótesis que manejaron los investigadores fue que los acusados habrían buscado vengar la muerte que consideraron intencional, y masacraron a Márquez y Leiva.