En medio de las críticas al plan de inmunización y tras la polémica por la “vacunación VIP”, la ministra de Salud, Carla Vizzotti, consiguió el respaldo de los 24 encargados del área de las provincias, incluido el porteño Fernán Quirós.
Vizzotti y sus pares provinciales afirmaron en un comunicado que trabajan juntos, “priorizando la salud pública con un enfoque federal, sin importar las identidades políticas o partidarias, porque la única bandera es la política sanitaria”.
“Comprobamos, sin embargo, que en los últimos días han surgido voces cuyo visible interés es generar divisiones donde no las hay, y poniendo en duda todo el funcionamiento del sistema de vacunación en la Argentina”, resaltaron.
Ese párrafo hace referencia a las denuncias y las decenas de pedidos de informes que presentó la oposición para exigir detalles del plan de vacunación en los distintos distritos, tras el escándalo que derivó en la salida de Ginés González García hace dos semanas.
En ese marco, Vizzotti logró juntar en un documento conjunto a los ministros del área de todo el país, incluso a Quirós, que días atrás había lanzado críticas sobre la lentitud de la llegada de vacunas a la Ciudad.
“Convocamos a todos y todas a dimensionar el esfuerzo y los logros que está teniendo la Argentina en materia de vacunación. La salud de los argentinos y argentinas nos tiene que encontrar a todas y todos con nuestra máxima cooperación detrás de ese mismo objetivo”, enfatizaron.
Los ministros de Salud aseguraron que “más allá de todos los mecanismos que pueda utilizar el Estado, los trabajadores de la Salud son el eslabón de oro para que las vacunas lleguen a la población objetivo, porque la Argentina es un país muy extenso y desigual”.
“Cada jefe de un programa de vacunación organizan las acciones en función de la particularidad de cada lugar. Los vacunadores reciben las vacunas y las aplican con esfuerzo, con dedicación, y sobre todo, con mucho amor. A veces lo hacen en zonas donde no hay Internet, o donde hay dificultades o pocas capacidades para utilizar herramientas informáticas, recorriendo largas distancias, en climas extremos, por citar algunas realidades. Esa complejidad se profundiza porque la Argentina tiene un sistema federal de gobierno y un sistema de salud fragmentado. Ninguno de estos problemas es nuevo”, expresaron.
Por eso, señalaron que es “importante destacar que el Programa de Inmunizaciones de la Argentina es líder en América, y América a su vez es líder en el mundo”.
“Hoy estamos en las primeras etapas de la campaña de vacunación más grande de la Historia Argentina. A medida que las vacunas contra el COVID-19 van llegando a nuestro país se requiere organizar un despliegue inédito de personal para el desaduanaje, la preparación, la distribución, la recepción en las provincias, una nueva distribución al interior de cada provincia y la preparación de vacunadoras y vacunadores”, indicaron.
En el mensaje conjunto, destacaron que “todo esto implica un enorme desafío, y por eso todas las jurisdicciones se unen para superar los obstáculos que van surgiendo”.
“El principal de esos obstáculos es externo: la dificultad de acceso a vacunas en todo el mundo, por la altísima demanda simultánea. Eso lleva a que, cuando se prioriza a algunos sectores, se posterga a otros, hasta que llegue el próximo embarque. Por eso es tan importante el consenso al definir esas prioridades. Si bien en temas como este es imposible lograr un consenso absoluto, sí es posible diferenciar los cuestionamientos razonables de las críticas malintencionadas”, subrayaron.
Los ministros agregaron: “Estamos más unidos que nunca, para construir sobre lo ya construido, con la mirada en corregir todo lo que haga falta para mejorar el acceso a las vacunas y así disminuir el impacto en la mortalidad de una posible segunda ola. Vemos lo que ocurre en el hemisferio Norte, y por eso sabemos que es necesario lo antes posible vacunar a la población que tiene mayor riesgo de fallecer”.