Ope (como la conocemos todos) siempre está aprendiendo, es curiosa, decidida, no le teme a nada y disfruta cada momento de su día. Es orquideofila, forma parte del grupo de los amantes de las aves COA Tangará, le encanta hacer fotos y pintar, siempre tiene la mochila lista para salir al mundo y se siente parte del universo animal y vegetal. Claro que, como a todos le tocó quedarse en casa, pero no dejó del todo sus hábitos más preciados porque convirtió su casa en casi un paraíso en el que recibe la visita de decenas de aves diferentes. Hoy nos inspira en cómo pasar mejor los días de aislamiento.
También creó un jardín aéreo para aprovechar el espacio, y esto es lo que nos contó: “La idea del jardín aéreo fueron las ansias de tener un espacio para mis orquídeas, como vivo en un primer piso no podía porque era muy pequeño. Entonces empecé a pensar cómo hacer y anduve viendo cómo. Se me ocurrió usar malla cima y hierros, los mandé a hacer en el aire, en un espacio donde no molesta a nadie y la gente pasa por abajo”, así logró un hermoso espacio. Colocó diferentes plantas verdes como helechos, calagualas, cactus y bromelias; y por supuesto orquídeas nativas. Pero no terminó ahí, tiene además “una fuente no muy grande con plantas acuáticas”.
Muchas son plantas nativas que trajo “del monte o de los caminos porque son las que les gustan a las mariposas y colibríes. Hoy ya puedo ver el fruto de varias plantas enormes, verdes; más mis pájaros que doy de comer y beber en libertad. Así me olvido de que debo cuidarme y estar en casa”.
Aunque le cuesta un poco no poder moverse con libertad, se siente feliz con las “visitas” de las aves: “Lo disfruto porque vienen colibríes, calandrias, benteveo, palomas, celestinos y cantan y piden comida”.
Y los días para Ope, nuestra lectora de SextoSentido y amiga, pasan con felicidad, siempre con una sonrisa y llenos de momentos mágicos vividos como vemos en las fotos, mientras espera los que vendrán.