En la lección de hoy nos mostraba que las posturas de inversión, enriquecidas por la respiración profunda, aportan mayor flujo de sangre a la cabeza, lo que implica más energía para todo el complejo encefálico, en cuyo interior destacaba el funcionamiento de dos glándulas vitales: la pituitaria o hipófisis y la pineal o epífisis.
En palabras de la Maestra, “las glándulas endócrinas están situadas en puntos estratégicos del cuerpo y aunque cada una tiene distintas funciones que cumplir, están interrelacionadas porque secretan las distintas hormonas sin las cuales nuestro organismo no podría funcionar debidamente”. Si alguna de ellas lo hiciera en exceso o defectuosamente afectaría su área de influencia.
“La glándula principal es la pituitaria, porque regula las actividades de las demás. Y aunque es muy pequeña –no mayor que una lenteja-, tiene sin embargo una gran importancia para nuestro bienestar”, porque se estima que no menos de doce hormonas distintas se elaboran dentro de ella, las cuales influyen en las funciones de los diversos órganos y de las otras glándulas, nos decía Mataji varias décadas atrás.
Pero como nuestro bienestar se ve amenazado por las tensiones psicológicas, la Maestra citaba estas palabras del gran investigador del estrés Hans Selye: “El elemento de tensión más peligroso y potente proviene de nuestras propias emociones cuando nos preocupan y perturban”.
Y considerando que la glándula pituitaria moviliza las defensas del organismo, las tensiones “obstaculizan su actividad normal, desequilibran su funcionamiento y disminuyen la resistencia del organismo a la enfermedad.”
Entonces Mataji nos reiteraba que la práctica de ciertas posturas del Yoga influye directamente en las funciones de la pituitaria, en tanto que la respiración rítmica y la relajación alivian las tensiones musculares y mentales que pueden perjudicar dichas funciones. “Así verás cómo el Yoga es capaz de restablecer el orden funcional de todo nuestro organismo y comprenderás por qué la relajación del cuerpo y de la mente van de la mano con la salud, la juventud, la felicidad y la larga vida”. Namasté.