
El exsenador nacional, exintendente de la capital misionera (cargo al que renunció antes de finalizar su mandato tras desatarse una crisis por la falta de pagos a los empleados municipales) Juan Manuel “Juanchi” Irrazábal no se da por retirado de la política, tras más de dos décadas de ocupar cargos públicos. Esta vez, será para buscar, otra vez, la presidencia del Partido Justicialista de Misiones, a pesar del desgaste natural y la resistencia de algunos sectores internos.
Cabe recordar que Irrazábal tiene una larga historia con el kirchnerismo. Cuando nadie apostaba por la candidatura presidencial de Néstor Kirchner, “Juanchi” abrió el primer local militante en Posadas.
Desde entonces, esa relación le sirvió para ser diputado nacional primero (entre 2003 y 2011) y senador después (2011-2017), gracias a los constantes pedidos de la Casa Rosada para estar entre los primeros lugares de las listas.
En la actualidad, se lo ve poco por Misiones, ya que preside desde 2019 el Comité Nacional para la Prevención de la Tortura, desde que dejó la Cámara alta, por acuerdo de los legisladores nacionales.
Ante el vencimiento de los mandatos en el PJ y con el kirchnerismo nuevamente en el poder, Irrazábal fue ungido por la Rosada para la presidencia del PJ, lugar al que debería llegar sin internas.
De acuerdo a información a la que accedió PRIMERA EDICIÓN, “la orden del Consejo Nacional Justicialista para todos los distritos es lista única, no internas”.
En este sentido, Juanchi comenzó una serie de reuniones en diciembre, con diferentes espacios internos, para consagrarse por consenso. Varias líneas consultadas por este Diario aseguraron que “no tuvo plafón ni consenso por su obvio desgaste”.
Enseguida surgieron varios sectores que se animaron a presentarle batalla, como “Peronismo Misionero” que se lanzó la semana pasada con la abogada obereña Adriana Gimenez al frente de la lista.
Sus opositores, aseguran que “Juanchi” al igual que Rafael Pereyra Pigerl (actual titular del PJ Misiones), tiene el respaldo de los peronistas renovadores que siguen afiliados al partido de avenida López y Planes y son muchos.
Y cuestionan que Irrazábal no participa activamente de la militancia en Misiones ni logró construir un espacio peronista después de todos los lugares a los que accedió a lo largo de más de 20 años.
A todo esto, se suma la amenaza de que La Cámpora intente quedarse con el partido, presentándose a internas o por medio de alguna intervención proveniente desde el PJ nacional.
En este sentido, la principal figura de ese espacio, Cristina Brítez, no podría ser elegida ya que no es afiliada, pero hay versiones de que impulsaría a un candidato de la Zona Centro, aunque desde el Frente de Todos desmintieron esta posibilidad.
Los opositores a Irrazábal aseguran que tendría un acuerdo político sellado para que el PJ integre el Frente Renovador nuevamente en junio a cambio de sumar nombres a las listas, pero en lugares poco expectables.
De ser así, no sería la primera vez que se firma esta alianza electoral. Con este escenario, el PJ no estaría dentro del Frente de Todos si este espacio quiere presentar una alternativa electoral el 6 de junio. Quedarían solo La Cámpora, el Partido Agrario y Social y otros espacios menores.
Partido más chico
De 80 mil afiliados que el PJ tenía en 2015, actualmente llega a 65 mil. Eso repercute en la cantidad de congresales: de 96 el número bajó a 79.
“Se achicó porque no hay vida interna ni se abre participación política. En los años 90 había 300 congresales”, dijo un veterano. Todo indica que Irrazábal deberá abrir la jugada y establecer acuerdos para llegar a la presidencia, de lo contrario hay varios espacios que se plantarán.
“En los últimos años, por su estilo cerrado y personalista perdió capital político, sólo le quedan acuerdos de cúpula. Necesita alianzas y consensos, pero como no tiene credibilidad tiene que recurrir a operadores serios de la renovación para que le garanticen su acuerdo”, describió un conocedor en profundidad de la rosca peronista.
Llamado tardío, campaña corta
El llamado tendría que haber salido en los últimos días hábiles de diciembre “y lo fueron dilatando porque no tenían el consenso necesario para armar lista con fuerza propia”, explicó un dirigente. El mandato de Rafael Pereyra Pigerl vence el 14 de marzo. Se dispuso un proceso electoral muy breve.
La resolución de convocatoria salió el jueves 28 de enero. El edicto se publicó el sábado 30. El cierre de listas está previsto el 12 de febrero. Después hay tres días para la oficialización (15/2).
Se realiza la campaña hasta el fin de semana antes de elecciones que serían el 14 de marzo.
Se elige presidente y vicepresidente primero y segundo, trece consejeros, 79 congresales por departamento con representación de los 17 departamentos. El Consejo Provincial por distrito único y los congresales por departamento. Debe haber paridad de género.