Se podrá hablar de la fama, del dinero o de los títulos. Pero para cualquier pibe de bien que sueña con ser futbolista, la primera ilusión pasa por hacer feliz al hincha que llena las tribunas. ¿Existe acaso mayor satisfacción que darle alegría a la gente?
Y así lo siente Jorge De Olivera, el arquero misionero que se transformó en héroe al tapar un penal y devolver a Platense a Primera tras 22 años. “El cariño de la gente no tiene precio. Ver las caras de felicidad, la alegría en este momento tan duro, eso es algo que voy a guardar para siempre”, le dijo a EL DEPOR desde Vicente López.
A sus 38 años, el posadeño dijo sentirse lejos del retiro, apuntó a jugar en Primera con el Calamar y contó también cómo extraña Misiones y el orgullo que le significa que hablen de la provincia cada vez que lo mencionan en los medios nacionales. De Olivera ya es uno de los ídolos de Platense.
Jorge, ¿cómo decidiste tirarte a la izquierda en el penal del ascenso ante Estudiantes (RC)?
Veníamos estudiando a todos los rivales, pero de los que finalmente patearon, solo teníamos vistos a dos. El resto fue intuición e interpretación. Y en ese último penal, intuí que el pateador (N. de R: Gastón Benavídez) iba a abrir el pie y no la iba a cruzar. Por suerte, pude taparlo. Sufrimos mucho en la serie.
¿Qué es lo primero que te pasó por la cabeza tras tapar el penal?
Cuando tocás la pelota, lo primero que se te cruza es que terminó, que no sufrimos más. Y después viene toda la alegría del grupo. En esta situación, me toca salir a mí en la foto, pero el esfuerzo es de todos. Los chicos hicieron un sacrificio enorme. Y después es todo alegría por devolver a Platense a la Primera División.
En la serie anterior tapaste otro penal contra Riestra… ¿tenés alguna técnica? ¿Algún secreto?
En lo personal, no te puedo decir que sea una técnica. Es el momento, tratar de analizar, de ver, de achicar el margen. Es un poco de todo eso, de visión, de análisis y también de suerte. Yo no tengo secretos y si alguien dice que los tiene, que invite el café, que quisiera escucharlos (se ríe).
¿Qué es lo más emocionante que viviste en estos dos últimos días?
Sin dudas, el cariño de la gente, es una cosa que no tiene precio, no tiene comparación. Me lo hacen sentir todo el tiempo. Ver las caras de felicidad en estos momentos tan duros para todos, la sonrisa, eso es algo que voy a guardar para siempre. La alegría de ellos lo pone a uno realmente contento. Yo me quedo con todo eso, con el cariño de la gente.
Ahora, a volver a Primera… ¿seguís en Platense?
La idea es juntarme con los dirigentes y resolver mi situación. Yo me quiero quedar, me siento muy cómodo acá, así que creo que lo hablaremos y no va a haber problemas. Y en cuanto a la categoría, tampoco me quita el sueño eso, mi alegría pasa por haber ayudado a que el club vuelva a Primera, esa es la satisfacción más grande
Sos un jugador de experiencia… ¿hay cuerda para rato?
Sinceramente voy año a año, no me pongo un límite. Voy viendo cómo me siento campeonato tras campeonato. Una vez que sienta que ya no puedo aportarle lo mío al equipo, será hora de colgar los guantes. Por ahora, no pienso en eso.
¿Te gustaría retirarte jugando en un club de Misiones?
Tuve la satisfacción de jugar en mi provincia (N. de R: entre 2014 y 2015 jugó con Guaraní en la B Nacional), con mi gente atrás, con mi familia en la tribuna. Lo disfruté, pero por ahora no pienso en eso, ya veremos en su momento.
¿Se extraña Misiones?
Siempre se extraña Misiones. La última vez que estuve fue en noviembre. Allá tengo a mis viejos, a mis hermanos, a mis amigos. Siempre te tira volver.
Kiko De Olivera, tu viejo, atajó en Brown, Mitre, Huracán… ¿cuánto tiene que ver él en todo esto?
Ni hablar, yo creo que ya estaba en mi sangre que iba a ser arquero. El empuje de él y de mi vieja en mis comienzos lo voy a recordar para siempre, fue algo importantísimo y hoy, que ya estoy casi en mi última etapa, se los voy a agradecer siempre. Esa es otra cosa que a uno lo pone contento, que la familia también disfrute de todo esto.
El ascenso de Platense… ¿viene con dedicatoria para Misiones?
Sí, totalmente. Siempre me acuerdo de todos allá, tengo mucha gente que me quiere y que me alienta. La verdad es que me siento orgulloso de representar a Misiones, un lugar hermoso al que quiero y extraño mucho. Me llena saber que, en estas situaciones, se hable de mi provincia. Siempre la tengo presente y es un orgullo muy grande para mí.