Los vecinos del barrio Sol de Misiones, situado en Itaembé Miní, deben caminar casi dos kilómetros para poder tomar un colectivo del Grupo Z (que es quien tiene la concesión para trabajar en el lugar) y así poder movilizarse para trabajar o realizar cualquier actividad. Son alrededor de 580 familias que ya hicieron el año pasado los reclamos pertinentes a Don Casimiro pero siguen sin ser escuchadas.
Se negarían a modificar la ruta de una de sus líneas, a pesar que el Municipio y la Provincia han mejorado mucho la iluminación y los caminos del barrio en los últimos meses. Es decir, no hay excusas para tal posición.
Es diferente a la actitud que muestra en otras ocasiones, cuando le conviene económicamente, modificando el recorrido de sus líneas para obtener más rentabilidad o menores costos.
El presidente de la Comisión Vecinal de Sol de Misiones, Luis Ángel Aquino, declaró a Misiones Cuatro que “el año pasado, antes del gran problema de la pandemia, hemos tenido reuniones con personal de Don Casimiro, con los inspectores y Carlos Hermosilla que es el gerente de Don Casimiro. Le hemos planteado algunas necesidades que tienen los usuarios del barrio”.
“Somos más de 580 familias y la parada de colectivos está prácticamente a dos kilómetros de este lugar”, señaló el vecino.
Explicó que “hemos pedido que el colectivo llegue hasta acá, que se habilite una parada en la cabecera (de la línea) y no quieren a veces los choferes levantar en la cabecera que es (la intersección de las calles) 141 y 210”.
Aquino anticipó que, ante la falta de respuestas del grupo empresarial, insistirán ante las autoridades municipales. “Creo que como vecinos tenemos que hacer otro trámite ante Transporte Urbano de la Municipalidad, porque la empresa no puede disponer libremente”, dijo.
Reclamó que la empresa “cuando quieren hacer algo se hace, exigen mejoras y se hacen. Nosotros necesitamos con urgencia que ingresen los colectivos”. Además, indicó que “si se van a abrir las clases presenciales, con más razón, que el colectivo llegue hasta acá”.
“Este es el gran problema, se imaginan que caminar dos kilómetros hasta la parada para poder tomar el primer colectivo que es a las 4.45 es molesto”, remarcó.
Y se quejó porque “en el invierno, los chicos que tienen que ir a la escuela secundaria o primaria, tienen que caminar en la oscuridad. Si bien está iluminado el barrio, igual es un riesgo”, finalizó el presidente de la Comisión Vecinal.
Aglomeraciones en horas pico
Otro de los problemas graves que tienen los usuarios del transporte público de pasajeros en Posadas es la aglomeración de los usuarios, sobre todo en medio de la escalada de casos positivos de coronavirus.
Al respecto, el presidente de la Comisión del barrio Santa Cecilia de Miguel Lanús, Luis Jereb, manifestó a PRIMERA EDICIÓN que “los horarios pico son a la tarde y al mediodía”. “La mayor parte son trabajadores que se trasladan hacia Posadas entre semana, y los fines de semana hay movimiento por la gente que viene a las playas”, contó.
Recordó que “esta situación no es nueva” y que ya hace tres años elevó un pedido ante la empresa y autoridades municipales para que se autoricen más paradas de colectivos en la zona del Mercado Central sobre la colectora, a la altura del INTA y la ex-Garita. “Las paradas de colectivos están muy separadas, es decir, si estás viniendo del centro te tenés que bajar en la zona de González Automóviles y si no directamente en la transferencia de la UNaM, y es larguísimo el trayecto hacia los barrios, hay gente mayor que no puede caminar”, señaló.