Hace semanas que las colas se reproducen a diario en los únicos dos talleres de Verificación Técnica de Vehículos (VTV) ubicados en la capital misionera. Comienzan a la medianoche y se agrandan durante la madrugada con conductores que pasan largas horas de espera para tener un turno, escapando al cartel de “último cliente” que se coloca cuando se cubre el cupo establecido por las empresas a cargo.
Parece increíble e irracional que después de tantos días de trato inhumano, el Gobierno provincial no haya exigido a las VTV que amplíen el horario de trabajo. Al final de cuentas, es mayor recaudación para los empresarios.
Cabe recordar que las plantas de verificación son concesionadas por el Estado provincial, que es el encargado de fijar incluso las tarifas que se aplican a los vehículos en las diferentes categorías.
No tener la VTV al día implica multas y hasta la retención de la licencia de conducir si se los encuentra en circulación.
Entonces, hay que probar suerte a diario para ser atendidos, pedir una licencia o vacaciones para disponer de al menos 10 horas de cola o pagar la multa por no cumplir con la norma de tránsito.
En definitiva, los automovilistas quedan como rehenes del sistema punitorio legal y de la connivencia oficial que no agiliza un sistema en manos de privados y hasta parece interesado en poder recaudar más a partir de las multas.
Necesidad de un tercer taller
Es cierto que la demanda crece todos los años en tiempos de vacaciones. Este 2021 no fue la excepción.
Entre los que buscan poner al día la verificación para poder viajar en el país (eso que este año no hay salida a Brasil por el cierre de las fronteras, lo cual incrementaría más la demanda); sumados a los que utilizan un auto, utilitario o camioneta para trabajar, desde diciembre del año pasado es incesante el pedido de Verificación Técnica de Vehículos por parte de los conductores.
¿Cómo es posible que no se planifique una ampliación de los horarios del personal en los dos talleres existentes? ¿Por qué razón este servicio pago obligatorio no mejora para resolver la problemática?
Desde mediados de 2020 se conoció que hay interesados en poner más talleres de VTV en la capital misionera. Sin embargo, no se los autorizó hasta ahora y el fundamento habría sido que “la demanda no justifica ampliar la competencia”.
La realidad marca absolutamente otra cosa. La demanda es tal, que al menos un tercer taller de VTV podría evitar el trato inhumano que reciben los que buscan estar legalmente cubiertos para circular.
Hasta ahora, la promesa es que Garupá tendrá un lugar para hacer la verificación. Pero no hay fecha anunciada, mientras las personas son sometidas a las largas esperas que pocos resisten.
Los talleres actuales, en tiempos de tecnología, podrían haber implementado un sistema de turnos online, a fin de evitar quedar expuesto a la suerte de ser atendidos, en base a la espera sin un baño donde hacer necesidades y a la inseguridad de permanecer en la calle.
Aun así, la extensión horaria diaria resulta imprescindible, al menos en la temporada de mayor demanda. Tal vez algún funcionario con algo de sentido común -aunque tarde- reaccione y solucione este problema.