La ubicación del cadáver fue posible tras la investigación de oficio de efectivos de la Unidad Regional II. La primera sospecha apunta a que el padre sería el autor material y la madre colaboró en el ocultamiento del cuerpo.
La progenitora había sido detenida el viernes pasado por un caso de robo calificado en grado de tentativa que habría protagonizado en Alvear.
Se presume que cuando esto ocurrió, el niño probablemente ya había sido asesinado. Por estas horas la Justicia aguarda el resultado de la autopsia, para saber cuál fue la causa de muerte.
En principio los padres están acusados de “homicidio agravado por el vínculo”. Apenas el Juzgado de Instrucción 1 de Oberá reciba el informe completo de todas las actuaciones policiales, serán trasladados a la sede para indagatoria, la cual se estima podría ser dentro de las próximas 48 horas.
El lunes la madre recuperó la libertad, pero ya la policía había iniciado las averiguaciones para saber el paradero del niño. El martes habría confesado que el padre mató al bebé y juntos se dirigieron a enterrarlo.
Desde ese momento se precipitaron las actuaciones. La joven fue nuevamente detenida durante la mañana y, alrededor de las 17, el padre fue atrapado cuando intentaba escapar.