El integrante del directorio del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), Nelson Dalcolmo, volvió a expresar su rechazo sobre el proyecto del Fondo Especial Yerbatero (FEY) impulsado por el diputado nacional, Héctor “Cacho” Bárbaro.
En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, Dalcolmo explicó que los motivos que lo llevan a plantear las críticas se deben a que “el objetivo de ese proyecto es desfinanciar al INYM”.
Además consideró que “persigue únicamente crear algo confiscatorio y recaudatorio para un fin específico, usando como excusa al pequeño productor, al cosechero. Pero la realidad es que el único objetivo es hacer desaparecer al Instituto”.
Al mismo tiempo remarcó que “es de público conocimiento y notoria nuestra oposición como sector, y también de toda la cadena, desde productores, trabajadores, secadores, molineros, cooperativas, que planteamos el rechazo”.
Por otro lado, Dalcolmo recordó que “en el INYM siempre están contemplados todos los eslabones de la cadena de la yerba mate”. En relación a esto, añadió que se trabaja con un plan estratégico y un convenio de corresponsabilidad gremial que ofrece beneficios para los trabajadores.
Historia de idas y vueltas
Cabe recordar que el proyecto del FEY es una propuesta llevada adelante por el legislador del Partido Agrario y Social (PAyS), “Cacho” Bárbaro, el cual ingresó al Congreso a principio de este año, apostando a la creación de un fondo similar al que existe en el sector tabacalero (el Fondo Especial Tabacalero).
Sin embargo, desde su nacimiento, diversos sectores de la cadena hicieron escuchar sus cuestionamientos sobre la iniciativa.
Por ello, a inicios de diciembre, Bárbaro concurrió a la sede del INYM para exponer acerca del proyecto, en un encuentro que fue presidido por el titular del Instituto, Juan José Szychowski, el representante del Gobierno de Misiones, Ricardo Maciel, y los directores.
Tras aquella reunión, el diputado nacional destacó a este Diario que “expliqué a todos que no se trata de un nuevo impuesto sino un incremento de 5 pesos en la estampilla, que va a generar 1.500 millones de pesos que van a venir a Misiones y servirá para crear una obra social para los productores y blanquear a los tareferos para que vivan dignamente”.
“Entiendo que la mayoría del directorio no está de acuerdo porque defienden otros intereses, pero los beneficiados por este proyecto sí están de acuerdo y por eso voy a insistir en la Cámara de Diputados durante todo mi mandato”, apuntó en ese momento.
Sin embargo, a los pocos días, integrantes de la cadena yerbatera manifestaron su rechazo al FEY, a través de una solicitada publicada en medios nacionales.
“Mediante un proyecto de ley destinado a modificar la ley 25.564 de creación del Instituto Nacional de la Yerba Mate, se pretende imponer una tasa denominada Fondo Compensador, de Fomento y Fiscalización a la Producción aplicada por cada kilogramo de yerba mate elaborada en todas sus modalidades, envasada, nacional e importada, compuesta o no, con destino a ser comercializada en el territorio nacional”, relataron.
A lo cual agregaron: “El valor de dicha tasa será del 5% del precio promedio de venta al consumidor por kilogramo de yerba mate, lo cual se traduce en $2,5/3 millones anuales. Así se eleva la tasa en un 800%, sobre la base de lo que representa hoy el importe fijado. Por su monto y destino, esa tasa se convierte en un impuesto a la comercialización de la yerba mate, más gravoso aún que el impuesto a los Ingresos Brutos, perjudicando seriamente a toda la cadena de producción ya que se debe tolerar una presión impositiva récord”.
Además, advirtieron en la publicación que “este nuevo impuesto afecta especialmente a los consumidores, que ven día a día cómo el costo de su canasta básica de alimentos aumenta”.