Un operativo que involucró a varias dependencias de la Unidad Regional II, con sede en Oberá, permitió detener a siete jóvenes que habían arrojado piedras a un automóvil y luego atacaron a los policías con elementos contundentes para no ser aprehendidos.
Todo se inició cuando un hombre de 42 años se presentó en la sede del Comando para alertar que cuando circulaba en su vehículo por la calle Vice Comodoro Marambio fue atacado a pedradas por un grupo de sospechosos.
Minutos después vecinos llamaron para avisar que desconocidos arrojaban piedras contra las viviendas. Una comisión policial se dirigió al lugar y fue recibida con insultos y proyectiles de todo tipo. Tras pedir refuerzos los revoltosos continuaron con agresiones al personal policial con piedras, palos y botellas, al punto de resultar heridos varios de los intervinientes.
Luego de varios minutos de tensión siete jóvenes de entre 27 y 18 años fueron llevados a la sede policial, donde quedaron a disposición del juez en turno.