La astróloga espiritual Virginia Toro dice que el origen de la Navidad viene de nuestra naturaleza magnética o alma y su relación al origen magnético de la Fuente-Luz-Energía Electromagnética-Sol-Dios y que no viene de la mente dual que ocupó el calendario Gregoriano-Juliano para sobreponer fechas caras a la humanidad sobre los solsticios, desviándonos de las celebraciones de nuestro origen.
En el solsticio del 22 al 23/12 sentiremos, 15 días antes y 15 después, un vórtice natural de la energía de la Madre Tierra que se conecta con el centro galáctico cuando el Sol pasa de Sagitario a Capricornio, entonces el tiempo gobierna sobre el espacio y balancea el movimiento de perinola de la Tierra en 30º, en ese cambio magnético se produce una apertura energética o vórtice que provoca en nosotros añoranza de pertenecer a la fuente.
En las estrellas nace el girar de nuestro sistema que se contorsiona haciendo un símbolo del infinito en el eje galáctico y nosotros sentimos esa energía 2 veces al año cuando la Tierra en su órbita se pone solsticial, o sea, mira al centro galáctico desde Géminis o desde Sagitario, en esos momentos el vórtice electromagnético se siente sobre toda la Tierra y sus reinos.
En Géminis o Génesis, la semilla se divide y en su polo opuesto Sagitario, la semilla nace y la Navidad se produce en nosotros por nuestro propio origen magnético y sentimos de manera natural que queremos compartir y festejar con la familia de la Tierra.
La manipulación del calendario natural de la Tierra fue para despegarnos de la naturaleza magnética y olvidemos nuestro nacimiento y origen, pues es nuestra manera natural de conectar con nuestra Madre Tierra y no debemos negar sus fiestas pues es la que nos da la vida.
El gran amor de la Madre Tierra en su girar despierta en nosotros el compartir y nuestra conexión con el corazón de la Fuente por el puente arco iris de nuestro corazón y entramos a Acuario con un movimiento de 30º, que sumados a los anteriores 30º, provoca la apertura de consciencia o nacimiento del niño humano ángel que recibe la información de las aguas de la Fuente.