Hay personas que aman y desean. El amor y el deseo siempre tienen que ir juntos: “Yo te deseo y te amo, te amo y te deseo”. Pero hay otras personas que separan ambas cosas, y amor y deseo están escindidos en ellos. Entonces, donde desean, no aman, como dijo Lacan; o viceversa. Es por eso que algunos tienen un/a amante a quien desean, pero no lo aman (y tienen una pareja a la que aman, pero no desean).
Los seres humanos debemos construir el amor porque es algo relacional. Si yo estoy solo no puedo amar porque para amar, hace falta sujeto y objeto.
Cuando digo objeto no me refiero a una cosa sino a una persona. Para amar tiene que haber un otro, una integridad, un yo y un tú.
El amor es relación. Mi mentor el Dr. Kusnetzoff me enseñó esta bella definición de amar: “Amar es cuidar cuidadosamente”. Amar no es tocar la guitarra y cantar una linda canción; tampoco es decirle al otro: “Qué hermosa/o que sos”. Quien ama cuida cuidadosamente.
Una segunda definición de amor que me encanta y suelo usar es: “Amar es dar sin esperar nada a cambio”, pero en nuestra cultura nos han transmitido la idea del “toma y dame” que se trasladó al campo del amor.
Por eso muchos actúan aun con sus parejas sobre la base de la idea: “Yo te ayudé; ahora ayudame vos”. Es decir, un balance simétrico.
Pero el amor en niveles más profundos es dar y no esperar nada. Quien dice: “Yo di todo y al final a mí nadie me ayuda”, en el fondo estaba esperando algo en respuesta.
El verdadero amor no es un sentimiento sino una construcción que incluye el cuidar y el dar, comenzando en primer lugar por uno mismo. Porque si no me amo a mí mismo, a mí misma, difícilmente podré amar a otros y ser amada por otros sanamente. Esta falta de amor propio equilibrado es la causa por la que muchas personas caen en relaciones tóxicas.
Muchos incluso se quejan de que se relacionan con varias personas a lo largo de los años y todas resultan abusivas. “¡Siempre me toca lo mismo!”, expresan.
Todas las repeticiones que experimentamos en nuestra vida en las relaciones interpersonales son síntomas de conflictos no resueltos en nuestro interior. Esto es muy importante.
Si vivo un hecho traumático mi psiquismo intentará elaborarlo repitiéndolo, mientras no lo haga consciente y le dé un cierre. Entonces repetiré patrones.
Por ejemplo, alguien que se crió en un hogar violento atraerá a su vida parejas violentas. O esa misma persona será violenta con los demás. La repetición compulsiva equivocada es una manera de elaborar un trauma.
Es por ello que sólo cuando somos conscientes de lo que requiere sanidad en nuestro ser interior y aprendemos a amarnos y respetarnos equilibradamente, somos capaces de cortar todo modelo de elección negativo que nos conduce a repetir situaciones. Y somos libres para Amar (así con mayúscula), dando a y cuidando de primero de nosotros mismos y después del otro.