Los funcionarios correntinos de las carteras de Salud Pública y de Seguridad, Ricardo Cardozo y Juan José López Desimoni, comunicaron que se presentó un plan de contingencia ante posibles casos sospechosos del nuevo coronavirus en pacientes fallecidos.
Cardozo se refirió a una situación donde un hombre de 68 años falleció en su domicilio, constatándose posteriormente que era activo de COVID-19: “Son las cosas inéditas que nos ocurren en pandemia, y muchas veces nos sorprende”, analizó el ministro de Corrientes.
Luego de esto, “presentamos un nuevo protocolo para enfrentar este tipo de situaciones, donde a través de su activación van a haber dos actores fundamentales que van a concurrir a los domicilios (si volviera a ocurrir una situación similar) en el caso de que se sospechare de que se trate de un paciente COVID: un hisopador, para certificar si es positivo, y un médico forense para extender el certificado de defunción y la causa de muerte”, detalló.
A partir de ahí, agregó que “surgen dos caminos: si el hisopado es negativo, el protocolo sigue como cualquier muerte, y va por la vía privada; y en el caso de que fuera positivo, Salud Pública se compromete a trasladar el cuerpo a la morgue del Hospital de Campaña, y a partir de ahí se hace la conexión con la empresa que hace el servicio crematorio correspondiente”.