En la lección anterior, Mataji Indra Devi nos instaba a “ser conscientes de los verdaderos motivos que dirigen nuestras acciones y producen nuestros problemas”.
Por eso en la lección de hoy nos advierte: “El método de progreso personal que recomienda el cambio de una emoción por otra puede resultar en hipocresía. Debemos hacernos conscientes profunda y sinceramente de nuestros defectos, para que se produzca un cambio afectivo dentro nuestro que nos transforme. Pero la mayoría de las personas vive sin entender la verdadera causa de sus malestares”.
También nos decía en la lección anterior que “si supiésemos concentrarnos y hacer buen uso de nuestra mente, nuestra vida podría ser distinta”.
En esta lección nos recuerda que todos tenemos la facultad de concentrarnos, pero no siempre sabemos cómo debemos hacerlo conscientemente. “Ni aburridos, ni solitarios, ni decaídos”, aquí Mataji es muy precisa y contundente: “La primera etapa para conseguir la concentración es la práctica de las posturas del Yoga, de la respiración profunda y de la relajación”, pues quien no controla debidamente su cuerpo físico no puede hacer buen uso de una mente que está en constante movimiento, ni puede aspirar a acceder a la conciencia espiritual.
Recordemos entonces que para poder meditar primero tenemos que desarrollar la capacidad de concentrarnos, luego de aquietar y estabilizar cuerpo y mente.
Entonces, la conciencia que despierta en la calma de la meditación produce una comprensión nueva y distinta de la vida, nos dice Mataji, “aprendemos a vivir en un eterno presente”. Por eso insistimos en la importancia de la conciencia del ahora, que nos lleva al instante sutil en que percibimos la eternidad. Y por eso la hora de la práctica del Yoga es la hora del ahora para el cuerpo, la mente y el espíritu.
Y como no queremos que tan hermosa enseñanza se olvide o se desconozca, transcribimos este profundo mensaje: “Solamente a través de la buena y desinteresada meditación podemos penetrar en el templo del pensamiento absorto y sin distracciones, para llegar en el silencio y la soledad a la realización de la Única Realidad Última y a la consecución de la paz que supera todo entendimiento.”
Y nos detendremos en un aspecto fundamental, la respiración profunda, como la describe Indra Devi en la siguiente lección, que es el tema de la próxima nota. Namasté.