
Debido al aumento de casos por coronavirus en la provincia de Misiones, los seis centros de comedores para jubilados y pensionados del PAMI, cerraron sus puertas hasta nuevo aviso.
El martes por la noche, trabajadores de uno de los comedores para jubilados y pensionados del PAMI, se comunicaron con sus afiliados para anunciar que a partir del miércoles cerrarían sus puertas. Ante la falta de explicaciones, PRIMERA EDICIÓN se dirigió a uno de los centros y dialogó con una de las trabajadoras del comedor Cristo Rey (Av. Monteagudo).
“La decisión vino del PAMI y se cerrarán los seis centros hasta que los casos de contagio se estabilicen”, dijo la presidenta del Centro, Marta Capaia, y agregó que “la medida del cierre de los centros fue preventiva”.
Y es que con el incremento de casos que comenzó a mediados de septiembre, el riesgo para los jubilados que asistía al centro era cada vez mayor. “Los casos no dejan de aumentar y es una situación muy riesgosa porque había muchas personas mayores que tenían que venir en colectivo desde sus casas a retirar su comida. A otros se lo buscaban sus hijos o familiares, pero no todos tienen esa suerte”, explicó Capaia.
A raíz de esto, optaron por cerrar sus puertas por tiempo indeterminado, con el objetivo de “resguardar a nuestros afiliados”, sostuvo. Con respecto al dinero de los bolsones, aseguró que “se va a acreditar directamente en las cuentas de los afiliados”.
El mismo, se incorporará al cobro de haberes de las personas afiliadas titulares de la prestación y estará detallado en el recibo.
Generó indignación
Pese a que la medida tuvo como objetivo el resguardo tanto de sus afiliados como de los trabajadores de los centros, lo cierto es que este anuncio generó indignación entre algunos de los jubilados y sus familiares, debido a que “les avisaron de un día a otro y ni si quiera les explicaron el por qué”, dijo a este Diario la hija de un afiliado del PAMI.
Según contó “mi papá se tuvo que ir hasta el PAMI a averiguar si era cierto, porque sólo le mandaron un mensaje. Siendo tan viejo se fue hasta allá y le dijeron que cerraban por el aumento de los casos, pero no entiendo qué les cuesta poner un cartel explicando o avisar con unos días de antelación”, señaló.
Ya habían realizado esta medida
Cabe destacar que los centros de jubilados del PAMI de todo el país, ya habían tomado esta medida a principios de mayo para evitar aglomeramiento de gente.
En esa oportunidad, la titular del PAMI, Luana Volnovich, junto a su par de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSeS), Fernanda Raverta anunciaron que se reemplazaría la entrega de bolsones de alimentos por dinero en efectivo.
El pago extraordinario fue de $1.600 para los meses de marzo, abril y mayo, que se incorporó como concepto a los recibos de haberes, tras un convenio firmado con ANSeS. Igualmente, la suma a depositar varió según la zona geográfica y modalidad del bolsón. Los pagos se reincorporaron al cobro de haberes de las personas afiliadas titulares de la prestación y estuvo detallado en el recibo.
El pago se realizó por terminación de DNI según un calendario diagramado para garantizar el distanciamiento físico. Por otra parte, 4.200 centros de jubilados y pensionados que brindan prestaciones sociales de PAMI recibieron un subsidio solidario de sostenimiento de $15.000, por ser considerados “lugares fundamentales para la socialización y recreación de las personas mayores”.
El Programa Alimentario Probienestar es un programa que, mensualmente, brinda a las personas afiliadas que lo necesitan un bolsón que incluye productos secos seleccionados por nutricionistas para complementar su alimentación diaria.
Los bolsones están clasificados por las categorías A, B, C, D1 y D2, según las necesidades alimentarias de cada afiliado. Debido a que la distribución de los bolsones se articula a través de los Centros de Jubilados y Pensionados, las entregas se vieron afectadas por la cuarentena.