La Escuela Municipal de Danzas “María Luisa Alonso de Zambrano” está celebrando este mes 61 años, ya que inició sus actividades en octubre de 1959, en principio destinada a hijos de los empleados municipales con un programa pionero en danzas folclóricas, bajo la dirección de la profesora Nora Urdinola, gestora de esta institución en sus albores.
Este año atravesado por la pandemia, el festejo será de manera virtual.
“No se podrá celebrar con público, pero para la ocasión se trabajó con un video institucional y también armamos unos videos y recuperando archivos y fotos de la escuela desde su creación. Es un aniversario distinto, pero llegará al corazón de todos los que fueron y son parte de este lugar. También es un momento para rescatar y valorar a esos grandes docentes que pasaron por la escuela desde sus comienzos. Y resaltar la presencia del maestro, que es tan importante, ya que el docente es un profesional capacitado y formado, quien desarrolla estrategias y métodos que quizás el padre que se dedica a otra cosa no tiene para enseñar a un chico”, resaltó la directora Laura Romero a PRIMERA EDICIÓN.
La escuela es un espacio fundamental para la formación de niños y jóvenes de la provincia, por eso durante este período de pandemia no se dejó de dar clases y acompañar a cada alumno: “Desde mayo la escuela está dictando clases de modo virtual, a través de diferentes plataformas a más de 250 alumnos en todos los niveles, tanto en clásico, como en folclore”, contó Romero, al tiempo que reconoció que “hace una semana y respetando los protocolos autorizados, comenzaron a venir de manera presencial el último año que son los básicos, que en noviembre terminarían de cursar la carrera. Por eso queríamos que tuvieran alguna forma activa de aprendizaje, ya que están a punto de recibirse, tanto los alumnos de clásico como los de folclore. También los que comenzaron de manera presencial es el Ballet Folclórico Municipal, que ensaya a la siesta con todos los protocolos y distanciamiento social”, remarcó la directora.
Durante estos meses de aislamiento también se realizaron varias muestras virtuales, “por niveles y en grupo para los familiares y allegados; además pudimos festejar el Día del Niño de manera virtual y todas las conmemoraciones patrias, y ahora se está analizando la posibilidad de que volvieran los años que están en preparatoria, pero vamos viendo cómo sigue el tema sanitario, ya que son los grupos más numerosos”.
“Nos permitió continuar”
Sobre las clases online, insistió en que sirvieron para mantener el contacto con los alumnos, “porque de otra manera no hubiese sido posible continuar. Ése fue el único medio que se pudo utilizar hasta ahora. Para nosotros fue una herramienta valiosa, que por supuesto es compleja y difícil, porque el alumno está lejos, en espacios reducidos y siempre dependía de la conexión que tienen en sus casas, en ese sentido fue delicado y complejo porque cada familia tiene su realidad particular, pero desde el plantel docente brindamos todo el apoyo desde distintos medios, hasta por Whatsapp, para acompañar a cada uno de los alumnos a que les llegue la tarea, las coreografías y los ejercicios, para que puedan continuar. La mayoría de los alumnos pudo aplicar esta herramienta de la tecnología para su formación, por supuesto que no es lo mismo que estar en el aula, pero es lo que hoy nos toca a todos atravesar”.
Paralelamente, Romero destacó y agradeció el trabajo de esta gestión municipal, ya que el edificio del Paseo La Terminal está reacondicionado todo a nuevo, “desde las barras, los espejos, el vestuario, la iluminación y la pintura. Y además se recuperó un espacio en la planta baja donde actualmente funcionará la administración de la escuela. Y lo que antes era un aula que se ocupaba para la dirección y administración, ahora será un aula más”. Además se estuvo repasando los planes de estudio y actualizando y reestructurando el plantel docente para que cada uno desarrolle su mejor trabajo como docente”.
Múltiples beneficios
Por otra parte se le consultó sobre los beneficios que trae la danza, respecto a lo cual apuntó: “Son incontables, desde lo físico, desde la formación muscular, esquelética, la columna. La educación espacial, musical, la parte social, en la interacción con los chicos, la confianza, la autoestima, son todos los valores que beneficia la danza. Además de la parte artística y creativa y desarrollo expresivo que desarrollan los chicos y obviamente el nivel cultural de ir conociendo nuevas corografías, nuevos autores, defender nuestro folclore y usar la danza como medio de expresión. A menor edad es mejor que los chicos comiencen a experimentar la danza debido a todas las posibilidades que pueden desarrollar” enumeró.
Por último Romero, previo al aniversario, destacó que “la Escuela Municipal de Danza es un gran centro de difusión cultural, donde se divulga nuestra cultura a nivel municipal y a nivel folclore en formación de técnica clásica, en técnica contemporánea y toda la experiencia escénica que tienen los chicos al participar en funciones, en eventos, festivales, concursos y viajes. Así que la escuela es un lugar con un aporte invalorable hacia la sociedad” cerró la directora en el mes aniversario de la institución.
Un poco de historia
Escuela que se oficializó el 29 de abril de 1961 en el Palacio del Mate, allí y por medio de un acto apertura con la intervención de artistas locales y bailes folclóricos como escondido, chacarera, bailecito, cueca norteña, galopa interpretado por Nora y su hermano Eduardo.
Las clases se iniciaron el 6 de mayo bajo la resolución 247/61, y en 1962 fue incorporada la profesora María Luisa Alonso de Zambrano, como profesora de la Escuela Municipal de Danzas Folclóricas, ya que la profesora Urdinola se radicó en la ciudad de Buenos Aires.
La profesora María Luisa Alonso de Zambrano nació en España, pero vino al país muy pequeña, desembarcando en la provincia de Misiones con toda su familia en el año 1956. María Luisa dirigió la escuela por varios años con gran empeño, sorteando toda clase de dificultades, aunque también tuvo muchas satisfacciones. Cabe destacar el esfuerzo puesto de manifiesto al servicio de la institución, en una articulación de altruismo, paciencia, amor al folclore y honestidad, jamás María Luisa bajo los brazos.
Contó siempre con el apoyo de los padres de los alumnos, quienes a través de la cooperadora, acompañaron la tarea docente. En sus inicios funcionó la escuela en el Palacio del Mate, luego tuvo un sentido itinerante hasta que en junio de 2013 se recibe el edificio y así encontró un lugar para quedarse definitivamente, en el Paseo Cultural la Terminal.
A mediados de 1985, a pedido de exalumnos, el Honorable Concejo Deliberante aprobó la ordenanza por la cual se imponía el nombre de María Luisa Alonso de Zambrano a la Escuela Municipal de Danzas Nativas Argentinas. En 1978 se crea la Escuela Municipal de Danzas Clásicas y Contemporáneas, dirigida por la profesora Laura de Aira.
En 1991, se unifican ambas escuelas y en 1994 pasa a funcionar como Escuela Municipal de Danzas “María Luisa Alonso de Zambrano”.
En el 2004 avalado por el Consejo General de Educación de la provincia bajo resolución 175/04, se incorpora el título de Técnico Artístico Profesional en Danzas Folclóricas y Técnico Artístico Profesional en Danzas Clásicas, tras gestión y trabajo profesional de investigación de todos los profesores de la escuela. Vale destacar que durante estos años, cientos de artistas que se desempeñan en nuestro medio, han comenzado su carrera en esta institución y hoy son grandes forjadores del arte y la cultura en la provincia, en el país e internacionalmente.
Mantener viva la tradición
Actualmente la Escuela Municipal de Danzas “María Luisa Alonso de Zambrano” está bajo la dirección de la reconocida profesora posadeña Laura Romero (foto), quien mantiene viva la cultura y la tradición, en lo que va del ciclo 2020, incentivando a los alumnos a través de las clases virtuales en este duro proceso educativo durante la pandemia.
Vale destacar que la escuela fue distinguida en diferentes competencias locales, provinciales e internacionales con los primeros premios, demostrando brillo, constancia, respeto y valor.