A partir de la reciente aprobación de una Ley provincial que prohíbe -de acá a dos años- el uso de bolsas de plástico y todo material no biodegradable utilizadas y distribuidas en la actividad económica para el transporte de productos o mercaderías de los consumidores, la Cámara Regional de Industria, Producción y Comercio de Oberá (CRIPCO) solicitó a la Cámara de Representantes misionera que se amplíe el alcance de la norma o en su defecto se formule una nueva que “efectivamente justifique no utilizar bolsas plásticas y beneficie al medioambiente de manera perdurable”.
En ese sentido, la Vicepresidencia Primera de la entidad elaboró un “Programa Integrado Abarcativo de Sustentabilidad Ambiental para Misiones”, el cual fue remitido a la Confederación Económica de Misiones (CEM) para que ésta a su vez lo eleve a la Legislatura provincial, “dado que las medidas parciales que van adoptando las administraciones provinciales y municipales, como por ejemplo las relacionadas con las bolsas plásticas, parecen estar más direccionadas hacia la obtención de una repercusión mediática en la ciudadanía, que en la concreción de soluciones de fondo a las diversas problemáticas ambientales”, según criticaron.
Las propuestas que conforman el Sistema Integral Sustentable de Gestión Ambiental incluyen la obligatoriedad en todos los municipios de la provincia, “en idéntico plazo de tiempo al determinado para el cese del uso de las bolsas plásticas”, la implementación de sistemas de clasificación y reciclaje de residuos sólidos urbanos.
Exhaustiva y multifacética
Al respecto, proponen la instalación de contenedores soterrados y camiones recolectores adaptados al uso de los mismos, además de que dichos recipientes sean “de mayores dimensiones, a fin que los ciudadanos puedan disponer por sus medios distintos tipos de residuos de proporciones, como ser escombros, muebles, ramas, entre otros”.
Al mismo tiempo, piden que las comunas implementen un programa con plazos determinados a fin de lograr que el servicio de recolección de basura se realice diariamente en todos los barrios de cada ciudad y que se realice mensualmente en todos los municipios la recolección de restos y descarte de equipos informáticos y electrónicos (RAEE), junto a residuos de tóner de fotocopiadoras y similares tóxicos.
En otro terreno, el programa impulsado por los mercantiles obereños incorpora la implementación en todas las escuelas primarias provinciales del dictado de una hora cátedra de clase por período a determinar, que sea explicativa respecto de la importancia de la clasificación domiciliaria.
También reclaman en todo el ámbito provincial “incentivos para empresas y organizaciones privadas que colaboren con el reciclaje, por ejemplo con la compra de botellas plásticas, recolección de pilas y otras acciones”, así como “eliminar todos los impuestos y gravámenes provinciales y municipales para vehículos eléctricos e híbridos, permitir el estacionamiento sin costo de los mismos, alentando activamente la puesta en marcha de todo emprendimiento privado que instale dispositivos para la carga de estos vehículos y establecer la obligatoriedad para los nuevos proyectos de edificación de contar con la instalación de puntos de carga energética para vehículos eléctricos”.
“Nosotros pensamos que debe ser algo más general, sólo prohibir el uso de bolsitas no va a hacer la diferencia con la parte ecológica. Queremos que sea algo más amplio, que incluya a todos los municipios, una mirada más completa. Insistimos en que no sirve sólo sacar de circulación las bolsitas”, argumentó el vicepresidente primero de la CRIPCO, Fabián Jamasmeie,
Además agregó que “ahora nos queda esperar qué tratamiento le dan los legisladores. No tenemos inconvenientes en que se modifique, siempre que sea para mejor; lo que no queremos es que sea algo tan parcial”, insistió.