Aunque septiembre comenzó con una leve merma en la aplicación de multas comunes (estacionar en ciclovías o dársenas para contenedores de basura), los meses de julio y agosto mostraron un “pico”, mientras que en toda la cuarentena las penalidades de este tipo siempre se mantuvieron altas.
Esta situación ha llevado a que la Comuna considere aplicar con “todas la letras” la normativa vigente para que los infractores, además de pagar multas, realicen trabajos comunitarios, siempre y cuando el rango de infracción lo amerite.
“Una multa por estacionar o detenerse en un lugar prohibido está entre 42 unidades fijas -cada unidad está medida por valor del litro de la nafta premium de mayor octanaje- y hasta mil unidades fijas, es decir, entre 3 mil y 67 mil pesos. Las multas se aplican de acuerdo a las características de la infracción o la reincidencia”, explicó a PRIMERA EDICIÓN el director de Movilidad Urbana de la Municipalidad, Lucas Jardín, antes de la nueva suba de precios de los combustibles este fin de semana, que volverá a elevar los montos de las multas.
“La sanción es lo que uno menos quiere, pero si es la forma de que el vecino tenga un comportamiento vial óptimo, la aplicación de multas seguirá siendo el correctivo”, remarcó Jardín.
Con algunos cambios en la fiscalización por el aislamiento preventivo obligatorio, a la fecha todavía no se están realizando controles de alcoholemia, pero sin embargo Jardín no descartó que de a poco se vayan retomando los operativos.
“Tiene mucho que ver cómo la administración pública normalice sus actividades. Por ejemplo, si se retiene un vehículo y algunos sectores no están trabajando al 100%, la persona no va a poder retirar su coche”, explicó.
Jardín recordó que “con la cuarentena hemos estado parados en algunos temas, pero también, por otra parte, estamos avanzando en propuestas que sean superadoras”.
Tareas comunitarias
“Aunque se trata de una cuestión operativa, estamos buscando que la sanción sea ejemplar y no pase sólo por lo económico. A veces sólo con obligar a alguien a pagar una multa no alcanza y por eso tenemos tantas reincidencias”, evaluó el funcionario.
Explicó que “a nosotros no nos interesa que el infractor abone la penalidad y con eso ya está: queremos que las personas cumplan con las normativas viales, en este caso que por ejemplo no se estacionen en las ciclovías o las dársenas”.
“Sí reconocemos que es importante que haya una sanción al infractor, pero vemos que hace falta reforzar las penalidades respecto a tareas comunitarias”, deslizó.
Según Jardín, para ello hay que armar un esquema de trabajo que tenga en cuenta cada detalle y que, por ejemplo, las tareas comunitarias sirvan para que se repare el daño causado en la infracción.
“No estamos inventando nada, es algo que se aplica con buenos resultados en otras partes de Argentina, donde las personas que incumplen hacen de 30 a 40 horas de trabajo comunitario y funciona porque las estadísticas bajan”, aseguró.
“Me parece que es un esquema interesante de aplicar y que va a tener más fruto en materia de educación vial. Que el infractor acompañe y presencie los operativos de nocturnidad, por ejemplo, y quizá visualizar esas cosas en primera persona ayudan a cambiar el enfoque y a tomar conciencia o bien que vaya a barrer las veredas y las calles de la ciudad”, enumeró.
Para ponerlo en práctica no hace falta más que establecer la cuestión operativa, ya que la normativa vigente contempla esa posibilidad dentro del procedimiento.
Al respecto Jardín apuntó que “lo importante en esto es ampliar el abanico. Si por ejemplo una persona con problemas motrices que comete una infracción no puede hacer determinadas tareas, tenemos que tener un abanico de ofertas para cada situación y también que tenga en cuenta la profesión o el oficio del infractor, para que devuelva con trabajo o, aunque sea como observador, pero que resigne su tiempo para que más adelante piense bien antes de infringir”, dijo.
“La comunidad tiene que entender que no todo se arregla pagando una multa, sino que hay que estar un poco en el lugar del otro. Creo que sería saludable trabajar en la deficiencia que tienen muchas personas con respecto a su mala educación vial”, finalizó.
Lo que dice la normativa
La ordenanza XVI-17 vigente a la fecha y que estipula las penalidades para infracciones de tránsito establece en su artículo 13 la realización de tareas comunitarias como pena a las personas que cometen infracciones.
En los artículos 14 y 15, la normativa faculta al juez de faltas a aplicar la pena establecida en el artículo 13 “en forma independiente o también como accesoria y/o complementaria a las multas previstas en la presente ordenanza, de acuerdo a cada caso”.
“Para la determinación de tareas, en cada caso, el juez de faltas tiene en cuenta la clase de infracción, evalúa los antecedentes y las condiciones personales del infractor, considerando para la determinación de las tareas las aptitudes, profesión y demás”, se establece en la ordenanza.
Tipos de faltas y sanciones
La Ordenanza XVI-17 (antes 1009/03) marca el régimen de penalidades para infractores de tránsito en Posadas, cuyos valores están atados al precio actualizado de los combustible.
Hoy por hoy, con la nafta premium de YPF a 72 pesos, algunas de las multas más caras van de 70 mil a 144 mil pesos, según la gravedad de la infracción, los antecedentes del infractor y el peligro potencial creado.
Conducir en estado de ebriedad o bajo los efectos de estupefacientes: de 250 a 2.000 Unidades Fijas (de 18 mil a 144 mil pesos)
Girar a la izquierda en avenida de doble mano o girar en U: de 53 a 2.000 UF (hasta 144 mil pesos)
Circular en contramano: de 53 a 2.000 UF (hasta 144 mil pesos)
No respetar las señales de los semáforos, las indicaciones de los agentes de tránsito o no detener la marcha ante cartel indicador PARE: de 159 a 2.000 UF (entre 11.500 y 144 mil pesos)
Participar u organizar competencias o destrezas de velocidad en motos o vehículos en la vía pública: de 159 a 2.000 UF (entre 11.500 y 144 mil pesos)
Cruzar bocacalles a alta velocidad: de 159 a 2.000 UF (entre 11.500 y 144 mil pesos)
Uso de luces antirreglamentarias: de 42 a 2.000 UF (entre 1.800 y 144 mil pesos)
Estacionar en lugares prohibidos, sobre la vereda o entrada y salida de cocheras: de 42 a 1.000 UF (entre 1.800 y 72 mil pesos)
Ocupar espacios reservados por razones de visibilidad y seguridad (ochavas): de 42 a 1.000 UF (entre 1.800 y 72 mil pesos)
Dificultar o impedir el estacionamiento o la detención de los vehículos del servicio público de pasajeros y de emergencia, en los lugares reservados: de 42 a 1.000 UF (entre 1.800 y 72 mil pesos)
Estacionar dentro de la planta urbana vehículos pesados fuera del horario establecido: de 42 a 1.000 UF (entre 1.800 y 72 mil pesos)
Estas últimas infracciones, la ocupación de espacios reservados para estacionamiento, fueron las que -según el director de Movilidad Urbana de la Comuna, Lucas Jardín- más se cometieron en los últimos meses.
Por ese motivo se espera aplicar un plan integral para que los infractores, además de pagar las multas, realicen algún trabajo comunitario que de alguna manera sirva para “ponerse en la piel del otro”, argumentó el funcionario.