Lentamente el invierno retrocede, los días se sienten cada vez más largos y la luz le gana a la oscuridad. En un par de horas, el calendario marcará la fecha exacta de la estación de la renovación, la restitución y el florecimiento. Es el momento en que el día y la noche tienen casi la misma duración, aproximadamente 12 horas por el movimiento de traslación.
No hay duda que en Misiones ese cambio comenzó a sentirse hace unos días. Incluso, causó el florecimiento de los lapachos que tiñeron de rosa y en algunos casos de blanco, las calles. Sus hermosas flores son una de las señales que la primavera ya esta aquí, abrazando nuestros días.
El Equinoccio de Primavera es el período estacional del Renacimiento de la Tierra, cuando la Naturaleza despierta de su letargo invernal y se renueva una vez más.
La llegada de la estación, marca una época en que la tierra se torna más fértil y las semillas que se han sembrado en la oscuridad del invierno están empezando a florecer.
“Este equinoccio anuncia además de un cambio de estación, el final de algunas cosas y el comienzo de otras. Es el momento de alinearse con la luz, debemos usar este equilibrio que se encuentra en el equinoccio para honrar la oscuridad y la luz que llevamos dentro”, señala Karina Holoveski, Mujer Medicina-Chamana, colaboradora de Revista SextoSentido.
Entonces, Karina nos dice que “estamos siendo impulsados a crear una nueva organización que tenga en cuenta nuestro bienestar físico, mental, emocional y espiritual”.
En este momento, asegura la especialista “tenemos la posibilidad de hacerlo respetando nuestro ritmo y las necesidades de nuestro cuerpo, tomando el impulso que nos brinda la Pachamama para trabajar el equilibrio, sincronizado con la duración de las horas de luz y sombra, ya que el día y la noche son iguales en esta época del año”.
De modo que “haciendo consciente el movimiento de nuestras aguas (emociones), unido al rezo de trasmutación y sanación de las aguas del planeta”.
Con la primavera, “estamos empezando a despertar nuestra verdadera naturaleza, es el momento de expresar exteriormente el trabajo que se hizo en el mundo interior para abrazarnos en totalidad y florecer desde nuestra profunda esencia amorosa. Por lo tanto es importante avanzar de acuerdo con nuestra guía interior y reconectar con nuestro amor propio”.
La especialista nos pregunta: “¿Qué eliges? ¿Miedo o Amor? Depende de ti”. Lo cierto es que “ha llegado el momento de mirar hacia adelante, de sembrar nuestras semillas… de sembrar nuestras intenciones, sueños y deseos para que podamos continuar cultivando la relación con lo divino.
Momento de resurgir, trabajar con fuerzas y motivación en nuestros proyectos, de recobrar energías y de crecer, de llenarnos de luz y vida tal como lo hace la madre tierra para que podamos continuar haciendo nuestra parte en el recuerdo de lo sagrado”, detalla Karina.
En este día mágico de energía que se abre y explota de color y vida: “todo se mueve, todo vibra, todo fluye y se transforma. Enciende el fuego purificador. Pide inspiración y deja que la chispa divina brille en tu Interior. Conecta con la Naturaleza, fluye con ella y deja que te enseñe su Magia. En esta Primavera…¡ Celebremos la vida”.
Amor de Primavera
Un espacio en el tiempo
un remanso en la corriente
y esa sutil caricia;
una suave primavera.
Son los días más vivaces
cuando osado sin pretexto
doy un paso; puedo verte.
Sin palabras, sí mil sueños
sí los besos más audaces
como el sol tras la tormenta que
despierta seductoras las sonrisas;
los colores.
¿Son acaso los perfumes
impregnados de romance,
los amores sin prisiones
de la flor más primorosa?
Contagioso frenesí
renovado, jubiloso
dulce amor de primavera.
Gentileza: María Elena Zuza
Pedrotti, escritora misionera.