No hace muchos años, una persona que viajó a Japón me contó que allá vio un cementerio de tractores usados -aparentemente en muy buen estado- y que esa conglomeración de hierros por espacio a los japoneses les molestó.
Pregunto: ¿no se podría verificar ese asunto y si aún persiste traer esas máquinas repartiendo la mitad para esos muy dedicados agricultores y la otra mitad de esas máquinas tenerla para repuestos?
Invito a quien no conoce la cultura trabajadora de esa comunidad fronteriza: Colonia Alicia-Londero y otros cerca que lo haga y después seguro que vendrán deseos de ayudarlos porque son ejemplo de trabajo en todo lo que es orden y agricultura ordenada.
Hay más conceptos positivos por este asunto pero por momento me abstengo por razones de prudencia.
Alfredo E. Halberstadt
San Vicente (Misiones)