A veces lo que quieres entra en conflicto con las personas de tu entorno y no logras conciliar una solución que beneficie a todos. Cuando esto ocurre puedes intentar hacer esta práctica cooperativa: ofrecer hacer un intercambio o puedes renunciar a algo que no sea realmente importante para vos, pero que importe mucho para la otra parte, a cambio de algo que quieras más.
Es una concesión mutua por ejemplo, si estas negociando el aumento de tu sueldo y la empresa no puede o quiere pagarte el dinero que pides, podrías solicitar un cambio de puesto con tareas acorde tu remuneración, de esa manera estás negociando algo que puede beneficiar a ambas partes, siempre deja en claro qué ofreces dar a la otra parte con la condición de recibir lo que quieres.
En algunos casos resulta difícil que las personas cedan o cambien de actitud ante la situación, para ello es importante que emplees tu creatividad con preguntas abiertas: ¿Qué puedo hacer para apoyarte en esta situación? Es una manera en que la otra parte ve tu intención verdadera en solucionar el tema.
Una actitud cooperativa positiva fomenta la colaboración, mientras que una actitud negativa suele provocar que el otro se ponga a la defensiva. Esto lo puedes utilizar en tu vida personal con los temas del aseo de la casa por ejemplo: si a tu compañero no le gusta limpiar el sanitario y siempre pone una excusa para no hacerlo puedes negociar creativamente, si a vos no te gusta limpiar la cocina puedes plantear intercambiar esas tareas y ves cómo se benefician ambos.
Es una manera creativa de resolver diferentes problemas, primeramente mira tus prioridades ¿Qué es realmente importante para vos? ¿Qué estas dispuesta a ceder o intercambiar? Esto mantiene las buenas relaciones haciendo tus días más plenos.