Los instrumentos acústicos funcionan del mismo modo que lo hace la voz, pues todos ellos poseen armónicos audibles.
Sin embargo, la voz es mucho más poderosa pues transmite la intencionalidad de un modo más directo de lo que se consigue a través de cualquier instrumento.
Los guardianes ancestrales de la terapia del sonido afirman que la voz es el más poderoso instrumento de sanación sonora disponible para la humanidad.
Utilizamos esta forma de canto para resonar con la naturaleza que nos rodea, imitando los sonidos de animales, del viento, del agua y de varios pájaros. Producimos chala thuhu o el canto de la voz entonada para entonar nuestras oraciones.
Asimismo, a través de este tipo de canto podemos comunicarnos con los espíritus de la naturaleza empleando el sonido para sanaciones; utilizamos una combinación de voz e instrumentos acústicos y sagrados. En el momento de la sanación, la terapia del sonido se fundamenta en este principio de resonancia.
Cada parte del cuerpo y sus campos están vibrando. Se trata de una ceremonia milenaria, una terapia empleada de manera sagrada que actúa en los estratos: físico, emocional, mental y espiritual.
Esta información puede ser de utilidad para los guardianes o sabios de la medicina ancestral, terapeutas, médicos del sonido, mujeres y hombres del planeta que tienen una misión: la salud y la armonía del ser humano.
Instrumentos que más se utilizan
El tambor: la terapia más antigua, permite encontrar ritmos vitales y realizar interacciones creativas en grupo. Los cuencos: metálicos y de cristal de cuarzo que están realizados artesanalmente en una aleación de varios materiales y tienen una forma y un temple especiales que les permite sonar al ser frotados en su borde con una vaqueta de material especial.
Producen una gama de sonidos armónicos o sobretonos (un sonido fundamental del cual se desprenden otros más agudos que guardan una relación armónica entre sí) y tienen una sonoridad que perdura por largo tiempo expandiéndose por todo el ambiente, cambiando la vibración de su entorno.
Cada cuerpo celestial, de hecho cada átomo, produce un sonido particular debido a su movimiento, vibración, pulso y a su ritmo natural. Todos estos sonidos y vibraciones componen una armonía universal, en la que cada elemento, sin perder su propia función y carácter, contribuye con la totalidad.
Este es un testimonio del maravilloso conocimiento trasmitido de generación en generación sobre el poder energético y curativo del Nzuni: Sonido Cósmico. Te deseo felicidad para tu vida