El complejo La Escondida abrió sus puertas en Garupá para brindar un espacio de esparcimiento, recreación y relax a quienes buscan un lugar para distenderse lejos del ruido. Sobre la avenida Alberto Roth y calle Los Claveles, del barrio Ñu Porá, ofrece canchas habilitadas para disfrutar con amigos la pasión por el pádel o fútbol 5, que funcionan con reservas y bajo estrictas medidas de protocolo.
También servicio de buffet, con una carta de minutas exquisita, una parrilla, y un pequeño parque. Y, recientemente, se efectuó la apertura del sector más esperado, el de la estética y spa, con tratamientos corporales únicos en la zona.
El emprendimiento es un sueño hecho realidad para su propietaria, Griselda Sanabria, quien es masoterapeuta y posee una tecnicatura en Spa, logro para el que contó con el incondicional acompañamiento de su esposo, Juan Pereyra.
Confió que “estamos trabajando con turnos, con separadores y con las medidas de seguridad pertinentes también en este lugar, que cuenta con piletas climatizadas con hidromasaje, un sauna seco, peluquería, pedicura, manicura, masajes descontracturantes, relajantes, reductores, electrodos, depilación y demás bondades que contempla el área”.
Sostuvo que se trata de “un ambiente muy familiar, con esa calidez que tratamos de otorgar, que sea un lugar para compartir esos buenos momentos, entre amigos, en familia”.
Agregó que en La Escondida están pendientes de cada detalle para que la persona “que hasta aquí se acerque pueda lograr ese objetivo, de pasar un lindo momento, de relajarse, de distenderse de esta situación que nos limita de muchas cosas. Estamos pendientes de cada detalle para ir mejorando y dar vida a esta zona de la ciudad. La gente merece bienestar, tener un lugar para disfrutar y sentirse mejor. Y aquí en La Escondida estamos seguros que lo va a lograr, porque tiene que ver también con la privacidad, la tranquilidad que aquí se respira”.