Cuando se paró el fútbol por el aislamiento social, preventivo y obligatorio allá por marzo, las jugadoras de la Liga Posadeña recién estaban arrancando con la pretemporada. En aquel entonces, el parate del masculino tuvo algo más de prensa pero las chicas también pararon y ahora empiezan a reagruparse para organizar el regreso.
La realidad del fútbol femenino, al menos en Posadas, está lejos de ser similar al masculino. Con recursos mucho más escasos, no hubo entrenamientos por Zoom o dietas de nutricionistas para mantenerse en estado durante la cuarentena. Pero las chicas siguieron ahí, pendientes de las novedades y ni bien pudieron volver a pelotear, comenzaron a hablarse para empezar a entrenar de nuevo.
EL DEPORTIVO hizo un recorrido por algunos de los equipos femeninos para ver en qué andan. Las campeonas de La Picada están organizando el regreso a los entrenamientos; en El Brete las chicas comenzaron a juntarse para sumar minutos con la pelota y las chicas de Mitre hace poco más de un mes que volvieron a moverse.
“Ya están todas desesperadas por volver”, aseguró el DT de La Picada, Martín Gallardo. Y no es para menos. Los últimos entrenamientos oficiales de las chicas ocurrieron allá por febrero y, desde entonces, el contacto con la pelota ha sido casi nulo. “No pudimos hacer entrenamientos por Zoom, eso es demasiado para nosotros”, aseguró el DT a EL DEPOR.
El equipo campeón del torneo femenino “Nosotras también jugamos” arrancó a entrenar en febrero, luego del receso por las vacaciones. “Hicimos una muy buena pretemporada, estábamos tranquilos para lo que se venía, incluso sumamos algunos refuerzos, pero después tuvimos que parar”, indicó Gallardo.
A mediados de marzo comenzaron a conocerse casos de coronavirus en la Argentina y se decretó el aislamiento social, preventivo y obligatorio en todo el territorio nacional, por lo que todo lo que fueron entrenamientos se frenaron de golpe. “Al principio, con mi ayudante, pasamos algunos ejercicios para las chicas que querían hacerlos, pero no las podíamos obligar, porque no es lo mismo que tenerlas en cancha”, señaló el técnico. “Ahora, cuando retomemos los entrenamientos, vamos a tener que empezar de cero, principalmente a nivel físico, a lo otro se irán adaptando”, agregó.
Algunas de las chicas, según contó el DT, se reencontraron con la pelota durante las pruebas pilotos del fútbol 5 que arrancaron hace dos semanas en Posadas. “Quedamos en organizar un fútbol 5 para compartir”, aseguró Gallardo que estuvo en contacto con las chicas durante toda la cuarentena, como también con las referentes del equipo para que brindaran su apoyo a las más chicas.
Las jugadoras no volvieron a entrenar cuando se habilitó la práctica por las indicaciones del Consejo Federal, pero van a volver a hacerlo la próxima semana, luego de que se hagan algunos arreglos al club que también sufrió el cierre por la pandemia.
“Como la Municipalidad habilitó la práctica, el jueves estuve hablando con el presidente del club y empezaremos a entrenar la semana que viene”, adelantó el técnico. Las chicas están ansiosas, se comunican preguntando cuál es el protocolo, qué tienen que llevar y qué necesitan. “Todas están preguntando”, dijo el técnico entre risas.
Este año el plantel es más grande que las 18 que cerraron el 2019 como campeonas. “Sumamos a muchas chicas de Villa Cabello y además a tres chicas de Oberá, a dos de Guaraní y seguramente vamos a cerrar dos o tres más”, adelantó Gallardo. Por el momento, sólo podrán entrenar con 14 en cancha, pero es bueno ir teniendo refuerzos. La Picada se prepara para el regreso tras un parate demasiado prolongado. La pelota espera.
Como casi todos, cuando se decretó el aislamiento, las chicas de El Brete y su técnico, Norberto “Beto” Duarte, pensaron que serían sólo algunas semanas y que, para mediados de abril, podrían retomar los entrenamientos de manera paulatina, con tiempo para prepararse para el inicio del torneo femenino. “Pero después se fue extendiendo y seguimos esperando nomás, no pudimos organizar nada”, señaló Duarte a EL DEPORTIVO.
El Brete fue el subcampeón del torneo femenino de 2019 y había comenzado con algunos entrenamientos hasta que se paró todo. “Dejamos de practicar por la pandemia. Ahora, cuando se habilitaron los entrenamientos, las chicas quisieron esperar un poco más”, relató el técnico.
Ahora, con los entrenamientos y la práctica en equipo habilitados, las chicas comenzaron a organizarse para el regreso que, por el momento, será sólo para jugar. “Así será, al menos al principio, como para distendernos. De hecho, el jueves se juntaron las chicas y van a tratar de reunirse todos los jueves para jugar fútbol 5, para agarrar ritmo de fútbol porque, como no tenemos un horizonte claro con respecto al comienzo del campeonato, sería casi inútil tomar el compromiso de entrenar normalmente”, indicó el DT.
Aún sin fútbol, el plantel subcampeón del torneo femenino sigue casi intacto y en las últimas semanas existieron varios contactos de chicas que se quieren sumar al equipo. Sin certezas de cuándo volverá la competición oficial, las chicas del club de la Ribera vuelven a verse con su primer amor: la pelota.
En el caso de Mitre, el equipo femenino volvió a entrenar cuando regresó el masculino, el pasado 8 de junio. Habían arrancado la pretemporada 12 jugadoras la primera semana de marzo y tuvieron que cortar cerca del 20 cuando se decretó el aislamiento. “Comenzamos y postergamos dos semanas como se dijo en un principio, pero después fue pasando el tiempo y se fue extendiendo”, explicó el DT de Mitre, César “Pipo” Corach, a EL DEPOR.
Ni bien comenzó la cuarentena, el técnico les pasó algunas rutinas básicas de mantenimiento pero “se hizo difícil porque la incertidumbre las fue desmotivando… las que tienen el hábito de entrenamiento pedían rutina, entonces las pasaba al grupo que tenemos, pero cada una la fue haciendo de acuerdo a la motivación que tenía en ese momento”.
Después de tres meses de aislamiento, retomaron los entrenamientos con todos los protocolos. “Apenas tuvimos la oportunidad, todas quisieron volver. Los entrenamientos fueron de manera individual, en espacios separados pero fue otra cosa, el encuentro entre las chicas cambió la actitud”. Los primeros entrenamientos eran de 13 a 14, los lunes, miércoles y viernes, un horario complicado para algunas, por lo que ahora lograron cambiarlo de 14 a 15 y esperan que se puedan sumar más jugadoras.
“Cuando comenzamos hicimos un trabajo de adaptación física y técnica individual con pelota, de conducción, dominio, era lo que estaba permitido. Cuando se habilitó la práctica de fútbol reducido lo hicimos y ahora, con la nueva Resolución (NdR: que habilita la práctica deportiva en equipos todos los días en horarios definidos) ya se puede entrenar normalmente, respetando la cantidad máxima de jugadoras por cancha”.
Sobre cuándo podría jugarse el torneo femenino no hay novedades. “El primer día, cuando las chicas tenían que mantener una distancia de siete metros entre sí, ya me preguntaban cuándo iba a volver el campeonato, cuándo íbamos a jugar. Ojalá sea pronto, porque se extraña”.
Sin novedades
Como el resto de la competencia deportiva, el torneo femenino no tiene fecha de vuelta. La pandemia de coronavirus puso en stand by todo lo planificado para este año y sólo queda esperar. Mientras, las chicas comienzan a pensar en el fútbol pospandemia.
Martín Gallardo (DT La Picada). “Al principio, con mi ayudante, pasamos algunos ejercicios para las chicas que querían hacerlos, pero no las podíamos obligar. Cuando retomemos los entrenamientos vamos a tener que empezar de cero, principalmente a nivel físico, a lo otro se irán adaptando más rápido”.
“Beto” Duarte (DT El Brete). “Las chicas van a tratar de reunirse todos los jueves para jugar fútbol 5, para agarrar ritmo de fútbol porque, como no tenemos un horizonte claro con respecto al comienzo del campeonato, sería casi inútil tomar el compromiso de entrenar normalmente”.
“Pipo” Corach (DT Mitre). “Apenas tuvimos la oportunidad, todas quisieron volver. Los entrenamientos fueron individuales, en espacios separados pero el encuentro cambió la actitud. El primer día, cuando tenían que mantener una distancia de siete metros, ya preguntaban cuando iba a volver el campeonato”.