Tras un mes y medio de competencia en diferentes etapas, CAPRI fue uno de los 16 clubes clasificados al Nacional de Clubes Femenino, donde finalmente se despidió en octavos de final.
Este torneo, que nació con el objetivo de mantener la actividad de manera virtual ante la situación de la pandemia que tiene postergada la competencia oficial, tuvo una notable adhesión y participación.
Estos encuentros online lograron fortalecer las relaciones entre los clubes de las provincias y regiones, reforzando el crecimiento que el rugby femenino viene desarrollando en el país durante las últimas temporadas.
El torneo tuvo una etapa inicial que se disputó en cada Unión Provincial. La segunda fase, ya enfocada en las Regiones, se disputó en la última semana.
Los cruces se realizaron vía Zoom y luego de terminar primero en su zona en el Regional, el club de Villa Cabello cayó en octavos del Nacional ante las “Medusas” del Pinamar Rugby Club.
Tanto ayer miércoles como este jueves es el turno de los cuartos, mientras que las semifinales están programadas para este sábado, en tanto que la definición será el domingo 26.
Para conocer cómo fue la experiencia, EL DEPORTIVO dialogó con Iracema Frizzon, una de las representantes de CAPRI en la competencia virtual.
Al hablar sobre lo que significó disputar este tipo de competencia, la jugadora comentó: “Es una experiencia a la cual nos tuvimos que adaptar dadas las circunstancias. Estuvo muy bueno, porque a pesar de la pandemia que estamos atravesando actualmente, fue muy positivo volver a ver caras conocidas y seguir en contacto con el rugby para no perder el entusiasmo y seguir haciendo esto que nos apasiona desde el lugar que nos toque”.
Acerca de la forma en que se estructuró la competencia en forma tecnológica, explicó: “En el torneo local, que era clasificatorio al Regional, participamos seis jugadoras de cada club, mientras que en el Regional eran tres las jugadoras que representaban a los distintos clubes. El resto podía entrar con la cámara y micrófono apagado, pero como oyente o como hinchada, pero sin participar. Eran únicamente tres las jugadoras habilitadas”.
Al ser consultada sobre la forma en que se desarrollaba la competencia, la rugbier del club “azurro” comentó: “Se dividía en tres partes. Una era la presentación, donde cada equipo tenía no más de tres minutos para hacer una presentación divertida. Después, la segunda parte, era un reto físico y algunas preguntas random, tipo contar chistes y esas cosas, un reto sorpresa. Y después, teníamos las pruebas de conocimiento sobre reglamento, donde a cada una de las participantes les tocaba hacer uno de esos retos“.
“Se jugaba un piedra, papel o tijera entre las jugadoras de los equipos y la que ganaba era la que elegía distintos sobres, que eran los que mostraban qué tipo de pruebas había que hacer. Eran cuatro o seis sobres, donde la que ganaba elegía qué retos se hacían. Los retos físicos o de reglamento era aleatorios, depende de qué te tocaba en cada sobre”.
Respecto a la puntuación que se otorgaba en cada jornada, la joven jugadora “azurra” manifestó: “Los jurados puntuaban del uno al veinte el tema de la presentación. Después se iban sumando puntos en base a la cantidad de murphys, flexiones de brazos o de dominadas que hacía el equipo. Así se iban sumando puntos, después cada respuesta correcta en reglamento también sumaba diez, veinte o treinta puntos, depende. Y después, el voto del público, que se hace vía Instagram, aportaba 100 puntos para el equipo que era el más votado por la gente”.
Dos fechas a full
Al hablar sobre el desarrollo del Regional, Iracema explicó: “Fueron dos fechas, que se jugaron en diferentes días. Una se jugó un jueves y la restante un viernes, duraban aproximadamente unos 80 o 90 minutos, equivalentes a dos clases de reuniones de Zoom. Eran dos zonas de tres equipos y los dos mejores de esas zonas obtenían el pase al Nacional, que fueron San Patricio de Corrientes y nosotras, CAPRI de Misiones”.
Con referencia a este punto, vale destacar que el club de Villa Cabello es un constante protagonista de los Torneos Nacional femeninos que siempre se jugaron en forma presencial. Al recordar ese punto, Frizzon afirmó: “Es raro y cuesta un poco, porque venimos acostumbradas al contacto con la pelota, al correr en la cancha, al choque con el contrario y todas esas cosas. No es el mismo rugby, pero es estar conectadas con lo que nos apasiona. Está muy bueno que hayan sacado esta metodología para mantenernos en contacto desde nuestras casas y no perderle el gusto al rugby”.
Sobre lo que significó esta experiencia para ella, Iracema comentó: “Debido a la cuarentena hubo una baja importante de jugadoras. Al no haber partidos, ni entrenamientos hubo como una falta de motivación por parte de las chicas que hizo que muchas deserten a la hora de conectarse o estar activas por Zoom. Esto estuvo bueno para sumarlas, para unir al grupo, volver a ponernos en contacto, investigar sobre reglamentos de rugby, para ponerse en forma y dar lo mejor en los retos físicos”.
“Así que estuvo muy interesante y es bueno que de parte de la UAR hayan lanzado esta actividad, este proyecto que se viene dando en todas las regiones del país y es algo muy positivo. En lo personal, me motivó mucho y me divertí muchísimo. Era hacer rugby desde mi casa, tener un contacto nuevamente y ver la cara de mis compañeras y de las amigas de otros equipos, porque eso es lo que tiene el rugby, te permite hacer muchas amistades. Así que volver a encontrarnos, aunque no sea personalmente, fue algo buenísimo. Poder conectarnos y seguir haciendo rugby, adaptándonos a los tiempos que vivimos, fue más que positivo”.