Los entrenadores Jurgen Klopp (Liverpool) y José Mourinho (Tottenham) salieron al cruce de la decisión del Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) de suspender la sanción de la UEFA contra el Manchester City, que finalmente podrá jugar la próxima edición de la Liga de Campeones, pese a sus infracciones al Fair-Play financiero.
El lunes, el TAS, máximo organismo judicial del deporte, resolvió imponer al club inglés una multa de 10 millones de euros, en lugar de los 30 millones establecidos en principio, y permitió su clasificación a la Champions, competencia que en primera instancia no iba a poder jugar por dos ediciones.
“Estoy contento de que el City pueda jugar la Champions pero ayer no fue un buen día para el fútbol. Pienso que el Fair Play Financiero es una buena idea para proteger la competición”, sostuvo Klopp, campeón de la actual Premier con el Liverpool.
Además, el entrenador alemán sostuvo: “no depende de mí juzgar esto y no lo hago, pero creo que debería seguirse el FFP, que debe permanecer, es un tipo de fronteras a las que puedes ir, pero no superarlas, y eso es bueno para el fútbol. Si no se hace así las personas o países más ricos pueden hacer lo que quieran”.
Por su parte, Mourinho se alineó en las críticas y calificó de vergonzosa la resolución. “Ya sé que el dinero es algo fácil para ellos, pero son principios. La decisión es vergonzosa porque si el Manchester City no es culpable, no tendría que pagar 10 millones. Si no son culpables, no deberían pagar una multa. Si son culpables, la decisión también es vergonzosa porque deberían ser sancionados”, argumentó el portugués.
“Son vergonzosas en ambos casos. Es un desastre. No estoy diciendo que sean culpables, estoy diciendo que si no lo son, no deben pagar. No deben ser penalizados. Quizás son víctimas porque no hicieron nada y tienen que pagar millones para nada”, agregó el portugués.
El Manchester City había sido sancionado el pasado 14 de febrero por haber “cometido graves infracciones en las regulaciones de licencias de la UEFA y en las regulaciones relativas al fair play financiero, al exagerar su beneficio de patrocinadores en las informaciones transmitidas a la UEFA entre 2012 y 2016″.
Pero el TAS aseguró que la mayoría de las infracciones a las que hacía referencia la UEFA no se pudieron demostrar o ya habían prescrito: “no era apropiado imponer una exclusión de las competiciones europeas por no haber cooperado correctamente”, comunicó el organismo.