Hace más de 10 meses que el joven de 28 años permanece alojado en una celda de la Comisaría de San Vicente. Está acusado de haber matado a Raquel Pereira (22), quien era su pareja, y además masacrar a machetazos a los dos hijos de ella. Thiago Joaquín Burgin Pereira (3) y Yeferson Aníbal Pereira (8), vivían con su madre en una precaria vivienda de Colonia Fortaleza, cerca de San Pedro.
En las últimas horas hubo novedades en esta causa y todo apunta a que se encamina al juicio y una condena de prisión perpetua si el acusado es hallado culpable. Es que hasta este punto la investigación descartó de plano la participación de un tercero.
El Juzgado de Instrucción 3 de San Vicente, a cargo del magistrado Gerardo Caso, cumplió el paso procesal y le dictó la prisión preventiva a Silvio Mogarte.
La imputación es la misma con la que había quedado bajo custodia policial horas después del hecho. “Femicidio y doble femicidio vinculado”, es la carátula que pesa en su contra. Cabe recordar que habría intentado quitarse la vida tras el triple crimen o al menos fingir que había sido atacado, pero sobrevivió. Estuvo internado en el SAMIC de Eldorado y luego fue derivado al Hospital Madariaga.
Permaneció 21 días recuperándose de las lesiones y fue dado de alta. Quedó alojado en la seccional policial a la espera de su declaración indagatoria ante el juez. Cuando lo hizo, el 31 de agosto del año pasado, optó por guardar silencio.
Ahora su custodia pasará a manos del Servicio Penitenciario Provincial. Según fuentes del caso, será alojado en la Unidad Penal VII de Puerto Rico. Allí aguardará a que el caso sea elevado a juicio.
El triple crimen
El 7 de agosto del año pasado, un vecino del paraje que se encuentra a unos 25 kilómetros del casco urbano de San Pedro, vio acercarse a Mogarte por la parte de atrás de la chacra. Tenía la cara ensangrentada y un machete en la mano. Al no saber cuáles eran sus intenciones le dijo que se detuviera. Mogarte habría balbuceado que fue víctima de un ataque.
El vecino lo subió a su camioneta y lo trasladó a la comisaría. Una vez que la Policía tomó conocimiento del caso lo llevaron al Hospital. A las pocas horas, en el patio de la casa encontraron los cuerpos de Raquel y sus hijos. Un médico forense reveló que “las víctimas presentaban múltiples heridas de cortantes, profundas y extensas”. Se determinó que recibieron entre cuatro y seis machetazos cada uno.
Según se supo, habían convivido durante 45 días. La relación de Mogarte con Yeferson no era buena, por lo cual la mamá le habría dicho a su pareja que se fuera. Esto lo habría molestado.
Aquella mañana volvió a la casa y desató la masacre, según indicó la investigación. En un rastrillaje la Policía halló un rifle adaptado calibre 22, con el cual el acusado intentó quitarse la vida con un disparo en la boca. También intentó cortarse el cuello con un cuchillo Tramontina, pero la herida no llegó a ser mortal.