Apóstoles celebró hoy una nueva fiesta patronal en honor a San Pedro y San Pablo, pero de forma diferente a todas las anteriores en medio de la pandemia de COVID-19. No obstante, a pesar del aislamiento, hubo varias misas y una procesión en autos con los Santos Patronos por el centro de la ciudad. En cambio, no se pudo disfrutar de los siempre multitudinarios festivales y se restringirá la tradicional venta de comidas.
La comunidad apostoleña -muy identificada por sus etnias religiosas, pero especialmente de la Iglesia Católica, arraigada por el sentido de fe de los inmigrantes- siempre colaboró codo a codo, entre todos, para que estas fiestas patronales sean una de las más importantes de la Diócesis de Posadas.
Desde los años que estaba al frente el sacerdote Francisco Cichanowski (a quien hoy se le realizó un homenaje) y continuando con los sucesivos párrocos de San Pedro y San Pablo, siempre se destacaron las donaciones de diferentes familias durante la semana previa, y en las fiestas hasta se ven familias de otras comunidades religiosas.
“Yo he ido a muchas fiestas patronales, pero estas son muy especiales, unas de las más importantes por tradición, misas, comida, ventas y festivales, e inclusive se suman de otras religiones, tal magnitud tiene San Pedro y San Pablo”, manifestó el sacerdote Juan Ruiz Díaz.
Pero, teniendo en cuenta los protocolos sanitarios, la Iglesia apostoleña programó una breve procesión en auto -luego de la misa de las 8- con la imagen de los Santos Patronos recorriendo la ciudad.
“Obviamente, todo se restringió bastante por la pandemia, pero se han multiplicado las misas” para evitar aglomeraciones, y durante la jornada también hubo ventas de comestibles, con empanadas, pollos y pastelitos, pero “no fue como siempre, sino más acotado y por reservas previas”, dijo el cura Juan Ruiz Díaz.
La misa central de las 10 en la Iglesia San Pedro y San Pablo, contó con la presencia del Obispo de Posadas. Además, “se izó la bandera con un mínimo de personas y autoridades, y luego se colocó una placa en homenaje a nuestro querido Padre Francisco (Cichanowski), a quien queríamos hacer nuestro homenaje después de un año” de su fallecimiento, en marzo de 2019 (ver abajo).
Homenaje al Padre Francisco
En el marco de los festejos patronales de hoy, se recordó al sacerdote Francisco Cichanowski, párroco emérito de la Iglesia San Pedro y San Pablo, quien fuera muy querido por distintas generaciones de apostoleños.
Con un carisma muy arraigado a la comunidad, siempre estuvo cerca de los más necesitados y enfermos, por lo que su fallecimiento el año pasado caló hondo en la comunidad religiosa de toda la región.
El Padre Francisco nació el 14 de diciembre del año 1935 y fue el cuarto sacerdote de la Diócesis de Posadas nacido en nuestra provincia de Misiones.
Desde su ordenación sacerdotal prestó servicios en varios espacios de la Iglesia Diocesana, entre ellos como párroco de la Catedral de Posadas y como rector del Seminario Diocesano Santo Cura de Ars.
En el último tiempo vivía en San Pedro y San Pablo, como párroco honorario. La comunidad apostoleña lo recuerda como un sacerdote bueno y humilde, que desempeñó su rol religioso con gran vocación, entrega a Dios y servicio a sus semejantes.
Fotos: gentileza comunidad de Apóstoles