Representantes de unas quince empresas de media y larga distancia, nucleadas en la Cámara Misionera de Empresas de Transporte Automotor (CAEMTAP) se reunieron este martes para analizar la situación del sector, observar las experiencias de reactivación en otros países y tomar una postura al respecto.
Los transportistas advirtieron que por diversas situaciones (miedo al contagio, crisis económica, ausencia del turismo) la gente se volcó a usar el servicio en un máximo de 15% en comparación con las estadísticas de uso antes de la pandemia, con lo cual no lograrían cubrir sus gastos y se pondrían a trabajar a pérdida.
Ante esto, el apoderado de la Cámara, Juan Manuel Fouce, en diálogo con PRIMERA EDICIÓN señaló que “vamos a plantear al Gobierno, nacional y provincial, que antes de retomar la actividad de media y larga distancia necesitamos un subsidio extraordinario porque vamos a estar trabajando a pérdida, sin rentabilidad”.
Las empresas tienen que comprar combustible que hoy no tienen con dinero que no recaudaron, además están pagando salarios, impuestos, alquiler, créditos y otros compromisos con dinero de sus ahorros o endeudándose”, explicó.
“Es imposible pensar en una reactivación del transporte de media distancia sin un aporte financiero fuerte: existen otros gastos que se deben realizar para readecuar las terminales a los protocolos sanitarios, mamparas en los colectivos, elemento desinfectante, alcohol, barbijos. Todo significa dinero que no se está recaudando”, enfatizó Fouce.
El abogado de las empresas también remarcó que “uno de los casos que observamos es el de Paraguay, que reactivó el transporte de media distancia pero tuvo que suspenderlo porque la gente no viajaba y estaban trabajando a pérdida”.
“En Paraguay sólo se movía el 15% y ninguna empresa puede pagar ni siquiera el combustible trabajando por debajo del 30%”, indicó.
Más compensación y menos frecuencia
Por último, Fouce explicó que también van a solicitar al Gobierno que permita el funcionamiento de las unidades con una capacidad de ocupación no menor al 70% y ver la posibilidad de armar un esquema de reducción de servicios así como un incremento en las compensaciones “a efectos de poder tener un ingreso mínimo para arrancar y sostener los costos”.
Las empresas están interesadas en volver a trabajar pero con esas condiciones (subsidio extraordinario, 70% de ocupación, reducción de frecuencias y aumento de las compensaciones); de lo contrario no aceptarían trabajar a pérdida.
Todos los integrantes de la Cámara se mostraron de acuerdo en esta determinación.
El drama de los subsidios
De arrancar hoy las empresas correrían el riesgo de perder el aporte de la Nación para sueldos, el Aporte al Trabajo y la Producción (ATP). “No creo que el Estado pague las ATP si la empresa de servicio está funcionando”, dijo Fouce.
Por otra parte “hay empresas que no cobraron las ATP porque cobran una pequeña suma de Nación, siendo que además del transporte de media distancia tienen algún servicio urbano. Eso es otra complicación porque al recibir una pequeña suma de Nación por el servicio urbano ya no cobraron las ATP”.
“Si es que se piensa reactivar el transporte de media y larga distancia tiene que venir una ayuda financiera para garantizar a las empresas un ingreso mínimo. No se puede trabajar si no hay pasaje porque la ocupación es de 10% o 15%, la gente tiene miedo de viajar”, remarcó.
“Queremos que nos convoquen para analizar todo esto antes de reactivar”, dijo Fouce.