Familias viviendo en espacios verdes, en predios privados o en reservas fiscales. Con esta realidad actualmente existen más de 300 asentamientos en toda la provincia, de los cuales 72 están en la capital.
La problemática reclama con urgencia una nueva Ley de Tierras, para permitir llevar adelante un ambicioso plan de regularización que, aunque a lo largo de muchos años se intentó, y de hecho se lograron avances interesantes, nunca se alcanzó la solución definitiva porque es mucho más engorrosa de lo que se piensa.
En principio, porque necesita de muchas herramientas, especialmente ordenanzas municipales, con las cuales no se cuenta, ya que deben ser específicas para cada lugar.
“Un municipio no puede sacar una excepción generalizada. Hay que hacer cada normativa de forma exclusiva y aún más, exclusiva para cada caso. Hay muchos matices en la urbanización, cada caso es puntual, tiene que ser acordado y coordinado con mucho trabajo de gabinete que hay que consensuar en el momento”, argumentó a PRIMERA EDICIÓN la subsecretaria de Tierras de Misiones, Sonia Mello, consultada a ese respecto.
En medio de todo ello, la cuarentena obligatoria frenó algunos avances, sobre todo la posibilidad de ir a campo. Igualmente, en las últimas semanas se pudo avanzar en la firma de algunos convenios y normativas que, pese al aislamiento, proporcionaron herramientas legales importantes que se estaban esperando.
“La urbanización en Posadas es sumamente compleja, hoy por hoy contamos con más de 70 asentamientos irregulares que no cuentan con los servicios básicos que necesita una familia para vivir: red de agua, conexión de luz y ni hablar de servicios de colectivos o recolección de residuos”, planteó en tanto Luciana Scrómeda, quien lleva adelante los Programas de Tierras y Hábitat de la Comuna.
Posadas, el epicentro
Casi el 10% de la población capitalina se encuentra en situación irregular en cuanto a la tierra. En ese sentido, cada chacra tiene su realidad en cuanto a avances y retrocesos, pero en definitiva ninguna llegó todavía a completar el 100% de la meta para la regularización.
Entre los barrios con revelamientos y trámites muy avanzados están los casos Prosol I, de las chacras 96, 193, Porvenir I y II, Sesquicentenario y 6 de Septiembre, Santa Cecilia, y Poujade. Con respecto a los asentamientos situados en tierras que pertenecen a Nación, tal la chacra 91, hay un trabajo completo en cuanto al revelamiento, pero como los trámites dependen de diversos organismos, los pasos para su urbanización requieren otras herramientas y consensos.
Otras zonas donde se trabajó fuertemente son aquellas que pertenecen a algún organismo del Estado provincial. Uno de los ejemplos más claros son las chacras 61 y 17, propiedad del IPS, que están 100% ocupadas.
“En muchas de estas chacras no es sólo hacer un relevamiento o tener la voluntad de decir ‘vamos a regularizar’, ya que se trata de situaciones de hecho, con lo cual nos encontramos con ocupaciones que fueron sucediendo a lo largo de los años. Por eso era fundamental el convenio con la Municipalidad”, resaltó Mello.
“Allí sus ocupantes abrieron la calle a su gusto y no tienen ni siquiera las medidas mínimas reglamentarias que tienen que tener. Hay calles ciegas, lotes que no cumplen lo reglamentario y que, para titularizar, obliga a que la Municipalidad y el Concejo Deliberante tengan aprobadas excepciones por cada caso particular”, graficó la funcionaria.
Con esa misma mirada, Luciana Scrómeda remarcó que “se hicieron revelamientos, pero ese trabajo nunca concluyó con la entrega de títulos porque siempre faltaba algo e inclusive, en muchos casos, la decisión política”, subrayó.
“Todo ese trabajo ni siquiera se digitalizó: así como se relevó se quedó en los papeles”, lamentó. Así -señaló- “hay familias que están esperando hace muchos años sus títulos de propiedad y nuestra prioridad será avanzar en sus casos puntuales, vamos a empezar por Prosol I”.
Scrómeda también puso como ejemplo “la chacra 17, que es casi céntrica (pero) no está urbanizada y sus ocupantes ni siquiera tienen un permiso de ocupación. Hay vecinos que no tienen servicios a su nombre. Para su urbanización tiene que salir una Ley de la Legislatura para la desafectación del predio para transferirla al Municipio”.
Si se mira a fondo, son familias que llevan viviendo así más de 40 años y las que menos años tienen ya cuentan 15 en su haber. “Fue muy importante el convenio que se firmó con la Provincia porque hay un porcentaje grande que está asentada en tierras de su jurisdicción, otro porcentaje se encuentra en espacios verdes del Municipio y en ambos casos nos va a resultar menos complejo avanzar”, analizó la funcionaria.
“Cada asentamiento tiene una particularidad, como Porvenir II, Tacuaritas, Los Patitos que llevamos hasta el agua potable por medio de tanques porque no llega la red, entonces es más urgente cubrir esa necesidad esencial más que otra cosa”, finalizó.
Mapa provincial
Si bien Posadas es la ciudad con más asentamientos, en el ranking de las localidades para urbanizarse le siguen Puerto Iguazú, San Vicente, Eldorado y Oberá.
Indicó Mello en ese sentido: “Iguazú es el segundo municipio donde tenemos una problemática fuerte de tierra y es la otra vidriera de la provincia. Es el municipio turístico por excelencia y por lo tanto es otro de los desafíos que tenemos en Misiones”.
“Allí la ocupación tiene una dinámica parecida a la de la ciudad capital, con la diferencia de que cuenta con una mayor extensión de tierras fiscales. La gran deuda pendiente es de mensura, principalmente, y es una de las metas de este año”, acotó.
El objetivo es que, una vez que pase toda la situación sanitaria, se pueda llevar adelante todo lo que quedó pendiente. “Hace poco se logró algo que veníamos intentando: conseguir una nueva subestación de mensura, lo cual nos va a permitir salir a campo”, adelantó.
En Posadas, la superficie de tierras fiscales es mínima. Con los convenios que se fueron celebrando en las últimas semanas se pretende abrir algunas de las puertas que van a permitir armar un abordaje integral y empezar a priorizar barrios y asentamientos.
Ley madre
“La Ley Provincial de Tierras, sancionada en los años 70, tenía una finalidad que a la fecha no es la misma. Hoy está el cuidado del medio ambiente, la prioridad de la calidad de vida de la familia… Hay que actualizar la herramienta o bien avanzar hacia una nueva Ley de Tierras que nos permita trabajar todo este abanico de situaciones que existen a lo largo y ancho del mapa provincial”, remarcó la subsecretaria Mello.