Una empleada doméstica de la pareja atacada a tiros en Santiago de Liniers, donde perdió la vida Faustina Antúnez (57) y terminó con una severa lesión en la cabeza el exintendente de esa misma localidad, Arnoldo Schoenfisch (59), afirmó ayer ante la Justicia que el principal acusado, hijo de la víctima fatal y de 18 años, pocos días antes del hecho le manifestó sus intenciones de “matarlos a ambos, si total no se van a dar cuenta”
Además que “encontró una semana antes del hecho un arma de fuego que responde a las mismas características de la utilizada en el hecho bajo el colchón del implicado” y que “le contó de este hallazgo a su patrona (Faustina)”, indicaron las fuentes.
Fue este miércoles, en el marco de la ronda de testimonios en la causa que se llevan a cabo en el Juzgado de Instrucción 1 de Eldorado, a cargo del magistrado Roberto Horacio Saldaña. Además, la mujer que trabaja desde hace cuatro años para las víctimas declaró que “su patrona le contó que le faltaba dinero de su tarjeta de débito y que esto lo charlaron en familia la noche del hecho pensando que fueron víctimas de un delito, frente al implicado, quien no dijo palabra alguna”, agregó la misma fuente.
Estas manifestaciones de la testigo coinciden con los dichos de Miguel Ángel Szumkoski, hijo de la primera pareja de Faustina, quien en su momento confirmó que las víctimas comentaron días antes del ataque que el joven podría haberles robado dinero de sus cuentas bancarias luego de hurtarle una tarjeta de débito a su progenitora.
Ese monto, según fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN, sería de 38 mil pesos, y los tickets de las extracciones del cajero automático de Liniers (que no posee cámara de seguridad) fueron hallados entre las pertenencias del presunto autor del matricidio de Antúnez y de la tentativa de homicidio de Schoenfisch.
En tanto, un amigo del imputado dijo que el acusado “le había mostrado un revólver calibre 38 y que además lo vio antes del ataque con dinero”. Vale recordar que en la causa se incautó un arma similar. El ataque a balazos fue la mañana del pasado jueves 14 de mayo en la vivienda de las víctimas, en Santiago de Liniers.
El exintendente se recuperó en el hospital Madariaga hasta que fue dado de alta, nueve días después. Fue trasladado a sede judicial pero no pudo aportar mayores precisiones.
No obstante, a su familia le contó que de forma instintiva atinó a tocar al lado de la cama donde estaba su esposa. Sintió que no se movía. Fue en ese momento cuando se incorporó y pidió ayuda a su familia desde la ventana de la vivienda.
Hasta el momento todos los testimonios judicializados siguen complicando al único apresado. A los dichos ayer de la empleada y de un amigo, se deben sumar el de los familiares que le brindaron auxilio a Arnoldo tras el ataque, es decir la nuera y la cuñada del exjefe comunal, quienes indicaron que escucharon directamente que Arnoldo pese a estar malherido señaló a su hijo porque “se mandó una cagada”.
Luego fue el turno de uno de los hijos de Faustina y de otra de sus nueras, quienes señalaron que el joven tenía una muy mala actitud en la casa. Por ello los padres habrían querido corregirlo, impidiéndole que use un cuatriciclo y por último quitándole el celular.