Se siguen dando algunos casos de robos de yerba mate, sobre todo en la zona Centro de la provincia; por esta razón los productores están preocupados ya que se lleva adelante la zafra y las plantas quedan muy dañadas, lo cual genera una importante pérdida económica.
Los productores yerbateros sostienen que se debe seguir abordando la problemática y pensar en algunos cambios en las legislaciones.
Al respecto, el referente de la Asociación de Productores Agropecuarios de Misiones (APAM), Cristián Klingbeil dijo a PRIMERA EDICIÓN que “si bien hay menos casos que en el verano, se detectan algunos robos de hoja verde”.
Sostuvo que “lo que se deja para que la planta se mantenga protegida de las heladas que vendrán, es lo que están sacando”.
En cuanto a los últimos casos registrados se puede detallar que -días atrás- la Policía de Misiones recuperó 600 kilogramos de hoja verde que había sido robada en Gobernador López.
Mientras que la Policía también logró recuperar cinco raídos -de 70 kilos cada uno- de yerba tras un procedimiento desplegado en el kilómetro 876 de la ruta nacional 14 en Oberá.
Por otro lado, los efectivos policiales lograron esclarecer un hecho de hurto de 2.000 plantines que se había dado en la zona de Aristóbulo del Valle.
“Se tiene que solucionar antes de que el problema se acreciente porque no tenemos que olvidarnos de esto. No tenemos que esperar que haya una ola de robo para volver a hablar sobre la problemática”, indicó Klingbeil.
En tanto, el presidente de la Asociación Civil de Productores Yerbateros del Norte de Misiones y diputado misionero, Julio Petterson sostuvo en diálogo con este Diario que “ se están dando algunos casos en la zona Centro”.
Además, reconoció que “la responsabilidad no es sólo de la Justicia o la Policía, sino que se tendrá que accionar desde el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) para eliminar la figura que blanquea la yerba hurtada y para eso sin duda se debe trabajar en conjunto”.
Asimismo, el productor yerbatero opinó que “creo que se tiene que eliminar la figura del acopiador porque es el que blanquea la yerba que entra en negro y le vende al secadero. Es decir que la yerba robada la traen al acopio y ellos son los que venden en blanco; y de ahí para adelante todo es limpio”.
Agregó que la cadena debe ser “sólo productor-secadero o productor-cooperativa”.
Asimismo, Petterson consideró que “un robo de yerba significa un año de espera para tener ingreso económico. Se debe tener en cuenta que una planta esté lista para cortar se tuvo que haber esperado como mínimo 10 meses”.
Además, aseguró que “a esto se le debe sumar que el que roba no corta la planta como se debe sino que la destruye. Por lo tanto, eso significa tres años más para recuperar esa yerba; es decir que son cuatro años de sueño económico que pierde un productor”.
El también legislador misionero sostuvo que “esto no se debe considerar como hurto sino que es un robo, ya que esa persona tuvo que haber premeditado el hecho y ver el lugar donde robar; como así también tuvo que estudiar al productor para que no se encuentre en el yerbal en ese momento; y tuvo que ir acompañado -por lo menos- con otros tres porque para alzar un raído se necesita varias personas; y por último tener un lugar donde vender”.
Por último, el productor yerbatero manifestó que “eso es lo que de debe tratar en la Cámara de ahora”