A menos de 24 horas de haberse presentado en al comisaría Segunda y luego en la Decimoséptima, una joven de 28 años y un compañero de trabajo de 30 fueron demorados por orden del juez de Instrucción 1, Marcelo Cardozo, ante la presunción que no fueron víctimas de ningún robo del monto de dinero que se dirigían a depositar en un banco del microcentro posadeño, sino que podrían haber montado la escena para tapar un faltante de caja de por el monto denunciado, es decir, se tratarían de supuestos “empleados infieles”.
Tal como lo adelantó el diario PRIMERA EDICIÓN en sus múltiples plataformas, la mujer denunció que dos delincuentes a bordo de una motocicleta aprovecharon que la camioneta en la que se dirigían a cumplir el trámite bancario se detuvo en el semáforo del cruce de las avenidas Tomás Guido y Chacabuco a las 10.30 y fueron sorprendidos por los “motochorros”. Uno de ellos aprovechó que la mujer llevaba la ventanilla baja de la puerta del acompañante y le arrancaron la cartera de las manos y el monto señalado.
Detalló que ambos asaltantes portaban cascos, vestían camperas negras, jeans oscuros y se cubrían con barbijos.
De fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN, se estableció que los registros de cámaras de seguridad de la zona no registran el paso de la camioneta Renault Kangoo por ese cruce de avenidas durante un lapso anterior, durante y posterior al denunciado. Los investigadores de la Policía también notaron contradicciones en los relatos de ambas víctimas y se espera un arqueo de las cuentas del corralón de materiales para el que trabajan para confirmar o no, el faltante de dinero que se baraja como hipótesis.